
El PSOE espera que una buena cifra del paro relance su campaña
Los socialistas subrayan que el PP prefiere hablar de aviones porque el desempleo retrocede El Falcon y el 'caso Gürtel' alimentan la abstención
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLa Encuesta de Población Activa de abril propinó al Gobierno el mayor golpe de moral de toda la legislatura, pero el dato de paro de mayo puede suponer un balón de oxígeno a apenas cinco días para las elecciones europeas del domingo. Hoy se dará a conocer una cifra de desempleo en la que el comité de estrategia del PSOE tiene puestas muchas esperanzas. Confían en que haga patente una desaceleración en la destrucción de la ocupación que dé credibilidad a su afirmación de que ya se aprecian 'brotes verdes' en la economía. Y, sobre todo, aspiran a reconducir el debate hacia un terreno menos enfangado y desmotivador para el electorado que el del mal uso de los recursos públicos.
Los socialistas están tan incómodos con el debate sobre la utilización del Falcon del Ejército del Aire por parte de José Luis Rodríguez Zapatero como con el del 'caso Gürtel' que salpica al PP. Se trata de asuntos que, a su juicio, asquean a los ciudadanos y los alejan de la política de manera indiscriminada. Lo que menos necesita el partido gubernamental en estos comicios es una polémica que contribuya a agrandar la ya de por sí alta abstención esperada porque, históricamente, siempre ha salido más perjudicado de la baja participación electoral que su principal rival. Sin embargo, antes de dar por cerrada la discusión elegida por los populares para desgastar al Ejecutivo en la recta final de la campaña, los dirigentes socialistas lanzaron un ataque defensivo. El vicesecretario general del partido, José Blanco, en Telecinco, y la ministra de Defensa, Carme Chacón, en la Ser, sacaron a relucir el empleo de medios de transporte del Estado por parte de José María Aznar y otros miembros de su Gobierno para actividades diversas. Una cosa es que crean que no les beneficia entrar al trapo y otra que consideren más conveniente callar.
El ex presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, nunca quiso entrar en disputa sobre el precio de su coche oficial - un Audi que costó menos que el que usa el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón-; se negó a escuchar a quienes le aconsejaban que replicara con la misma medicina y al final la cerrazón le pasó factura en forma de derrota en los comicios gallegos del pasado 1 de marzo.
Blanco no negó que, a diferencia del PSOE, el PP pagara los aviones en los que Aznar viajaba a los actos electorales mientras ocupó el cargo de presidente del Gobierno, pero denunció que sí utilizaba un helicóptero militar para ir hasta la base aérea de la que partían sus vuelos. «¿El trayecto entre La Moncloa y Torrejón (unos 30 kilómetros) no formaba parte del mismo viaje para ir a un acto del partido?», cuestionó. A eso sumó otra crítica: que también los dirigentes populares que son diputados o senadores, incluidos el propio Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal, viajan a los mítines con cargo a las finanzas del Congreso de los Diputados, gracias al régimen de que disponen. «Lo pagamos todos», reprochó el ministro. Los de los socialistas, también.
«Tinta de calamar»
Chacón, en cambio, utilizó la táctica de amagar y no dar. Dejó caer que sus antecesores hicieron un uso «constante» de aviones militares, pero se negó a concretar para qué fin. «Todos recordamos los usos y abusos en anteriores legislaturas; yo lo puedo decir con conocimiento de causa, pero me voy a sumar a las tesis del presidente del Gobierno: no creo que esto sea bueno para nadie», se escudó Chacón.
Los socialistas insisten en que Rajoy sólo pretende ensuciar la campaña con «tinta de calamar» porque ve difícil la victoria. El argumento contradice la inmensa mayoría de las encuestas publicadas este fin de semana y se apoya tanto en el sondeo del CIS (realizado hace casi dos semanas) como en el estudio elaborado por el propio partido la pasada semana. Ambos vaticinan un empate que los socialistas consideran creíble.
Pese a la creencia más extendida, no es cierto que el partido del Gobierno siempre haya salido mal parado en los comicios europeos. En 2004, a poco de ganar las generales, los socialistas superaron al PP en un eurodiputado; con Aznar en el Ejecutivo en 1999 el PP sacó 3 a la candidatura de Rosa Díez, y, la primera vez que los españoles votaron en estos comicios, en 1989, con Felipe González en el poder, resultó vencedora por 27 escaños frente a 15 la lista del socialista Fernando Morán. Sólo en 1994 se invirtió la tendencia (los populares lograron 28 escaños frente a los 22 del PSOE).
Los socialistas se aferran a los datos que se conocerán hoy. «El PP lleva una semana hablando de aviones y sin hablar de desempleo; por algo será», subrayó Pajín.