'Los Albertos' del PP se alían para defender la centralidad en su partido

«Alberto representa a la estirpe política que va a devolver España a la centralidad», proclamó el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en la presentación de la conferencia de su tocayo y presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que dio a conocer sus primeras medidas al frente del gobierno autonómico.

El discurso de este joven barón del PP, que sustituyó a Manuel Fraga y acometió una profunda renovación generacional en la organización que preside, estuvo teñido de «moderación» y «humildad», palabras que pronunció en más de una ocasión, junto con los compromisos de austeridad, transparencia, eficacia, agilidad y acuerdo. No es de extrañar que 'Los Albertos', como ya les llaman en el PP, aparezcan siempre como aliados y que el alcalde de Madrid participe intensamente en las campañas electorales del gallego porque coinciden en muchas cosas.

El primer edil madrileño destacó que el presidente de la Xunta ha venido a deshacer un equívoco que -se supone- se había enseñoreado del partido de ambos al conseguir demostrar que «la victoria se alcanza desde el centro». Las referencias a la centralidad y el aire fresco que supone el liderazgo de Núñez Feijóo para la política española no fueron los únicos elogios de Ruiz-Gallardón al presidente de la Xunta, a quien adornó con otros valores como «modernidad, espíritu de trabajo, naturalidad, sencillez y sinceridad en el discurso», además de ponderar su amplitud de miras al incluir independientes en su gabinete.

Alberto Núñez Feijóo tiene muy claro que ya no es un político del banquillo ni siquiera de la reserva del PP sino que ocupa «la primera línea». «Gallardón y yo, con Rajoy», dijo, «somos del equipo que salta al campo para poder ganar». Declaró que «España necesita un cambio» que deberá empezar a vislumbrarse en las votaciones del domingo y hará reflexionar a Rodríguez Zapatero sobre su continuidad en el gobierno. Incluso se atrevió a ver más allá de la convocatoria y proponer que, en el caso de que el PP no cumpla con las expectativas en las elecciones europeas, «tendremos que ver por qué no somos capaces de ganar».

Anunció que su proyecto es «moderno y reformista». Se declaró heredero del «galleguismo español». Detractor del monolingüismo y partidario del «bilingüismo amable», pretende «regresar a la normalización lingüística» y «abandonar la imposición». A tal fin, se propone derogar el decreto vigente sobre la enseñanza de la lengua gallega en los colegios, en el transcurso de este año, pero antes hará un referéndum para que todos los padres con hijos en edad escolar opinen sobre cómo quieren que estudien sus hijos.