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PREPARADOS. Los asistentes de la primera reunión. / C. C.
SAN FERNANDO

Un cuadro diseñado para volver a la vida

Unos 120 figurantes conformarán el lienzo del Juramento de Las Cortes

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| SAN FERNANDOActualizado:

«Estamos tratando un diamante como si fuera una piedra ostionera». Ésa es la sensación que tenían la treintena de personas que acudieron a la primera toma de contacto para preparar la representación del famoso cuadro El Juramento de Las Cortes de José Casado de Alisal. La intención de la Oficina del Bicentenario es recoger a unos 120 figurantes para que conformen la imagen de las primeras Cortes Constituyentes, que contaba con representantes de las provincias españolas y también de los territorios americanos y de Filipinas.

El objetivo se ha fijado para el 24 de septiembre de 2010, fecha en la que 120 personas se desplazarán en el tiempo para revivir uno de los momentos más solemnes de la soberanía española. La primera parada será la Plaza del Rey de donde saldrán rumbo a la Iglesia Mayor escoltados por la Guardia Salinera, ya que el ejército francés tiene rodeada la ciudad. De hecho, «en aquella fecha se dieron cita unos 20.000 militares que se refugiaban, al igual que los diputados y sus escoltas en las casas que cedieron los isleños en un ambiente muy crispado que no impidió la promulgación de la primera Constitución española», expone José Quintero, responsable de la Oficina del Bicentenario al auditorio.

Al llegar a la Iglesia Mayor se encontrarán con un Benito Pérez Galdós que relatará todo lo que está aconteciendo y, una vez dentro del edificio constitucional, «nos posicionaremos de acuerdo al cuadro y nos quedaremos quietos en torno a unos 20 minutos, mientras que una persona cuenta la historia de lo que aconteció durante esa época; en un momento dado del discurso, el cuadro tomará vida y se realizará la lectura del juramento allí promulgado», explica Manuel Foncubierta, el director técnico encargado de la escenografía. Entre las preguntas de los asistentes se repetía la preocupación por las ropas. En un principio, el Ayuntamiento va sufragar los gastos de los trajes de los 120 figurantes, ya que se convertirán en patrimonio municipal resguardados en un museo hasta que cada 24 de septiembre vuelvan a revivir la misma escena. Pero, el objetivo es que los ciudadanos acompañen al cortejo vestido de época y para ello se están confeccionando unos modelos que se expondrán en las asociaciones de vecinos para que todo aquel que quiera participe de la fiesta.

Una celebración «que tiene que verse como un festejo nacional por los acontecimientos tan importantes y no tanto un enfoque local. Es el momento de cambiarlo, de darle una proyección nacional y de que el 24 de septiembre se convierta en una fiesta que sirva de motor económico a la ciudad» asegura Jaime Aragón, el historiador que se encargará de que la representación no se salte la solemnidad que representa.

Entre los que estaban allí ya se señalaban al notario del cuadro o al propio Miguel Cabrera. Sin embargo, no será hasta el próximo viernes cuando se haga la selección definitiva de los perfiles. Los pasos ya se están dando camino al Bicentenario de 2010.