Violencia interpalestina

L a muerte de dos importantes miembros del ala militar islamista en Kalkilia (Cisjordania) por la policía del presidente Abbas, que también perdió a tres agentes de seguridad, constituye el peor incidente entre facciones palestinas desde que Hamas tomó el control de Gaza en 2007 y proyecta más inestabilidad en el volátil escenario de los territorios ocupados. La Autoridad Palestina utilizando sus servicios de seguridad para imponer el orden y la paz en Cisjordania muestra una notable determinación de hacer honor a sus compromisos para encauzar el proceso de paz con Israel. Pero el efecto reactivo provocado en las filas del movimiento islamista palestino puede poner en serio peligro la conclusión del diálogo inter - palestino trascendental para encauzar el plan de paz con Israel. El sangriento hecho confirma, no obstante, la tensión sobre el terreno y la pugna de fondo entre al-Fatah, muy dividido e incapaz de asegurar el buen funcionamiento del gobierno del tecnócrata Salam Fayyad y los islamistas al alza, en la estela de la invasión de Gaza de hace cinco meses. Sin embargo, el éxito del diálogo es de tal importancia que pese a las amenazas de Hamas de retirarse de las conversaciones no es probable que se ausente pese a que corra sangre palestina.

En términos puramente prácticos nada cambiará en el fondo del conflicto, ni siquiera en vísperas del esperado mensaje del jueves del presidente Obama en El Cairo, porque si bien Washington mantiene inalterable su boicot de Hamas, no objeta su eventual presencia en un probable gobierno palestino de reconciliación nacional en una demostración insuperable de pragmatismo político que será emulada pronto por la UE. Pero la buena disposición de los mediadores debería ser correspondida con la reconciliación de las facciones palestinas para garantizar una sola voz en las negociaciones.