El presidente, durante su comparecencia en la Casa Blanca./ Efe
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«No voy a fingir que los malos tiempos han acabado»

El Gobierno estadounidense mantendrá por el momento el control del 60% de la "nueva" empresa

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El presidente de EEUU, Barack Obama, ha expuesto el plan para la bancarrota de General Motors, que según afirma es "viable" y dará a la compañía "la oportunidad de renacer". Obama ha mostrado también su optimismo sobre el futuro de Chrysler. En un acto en la Casa Blanca, el presidente estadounidense ha indicado que permitir la liquidación de ambos gigantes automovilísticos hubiera sido un "desastre".

El Gobierno estadounidense mantendrá por el momento el control del 60% de la "nueva" General Motors, una empresa que contará con un tamaño mucho más reducido que el que tuvo en sus momentos gloriosos de los años ochenta. El presidente estadounidense ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad al sector privado al insistir en que el control público del grupo será tan sólo algo temporal: "El Gobierno actúa como un accionista muy renuente".

Serán los directivos de la empresa, ha desvelado, los que tomen "las decisiones para darle la vuelta a la compañía" y el Gobierno tan sólo intervendrá en la gestión en los casos más extremos. "Nuestra meta es contribuir a que GM se recupere... y salirnos rápidamente". El presidente estadounidense ha expresado su confianza en que la compañía podrá salir rápidamente de su situación de bancarrota, aunque admite que la recuperación "tendrá un coste".

Cierre de catorce plantas

La compañía ha anunciado el cierre de catorce plantas, tres de ellas de manera temporal, lo que supondrá la desaparición de 21.000 puestos de trabajo, y mantendrá tan sólo cuatro de sus ocho marcas de vehículos actuales. "No voy a fingir que los malos tiempos han acabado. Se perderán más puestos de trabajo y muchos estadounidenses tendrán que pagar un precio, pero estamos trabajando en favor de la próxima generación, de un futuro donde se seguirán produciendo vehículos en EEUU", afirmó Obama .

El presidente estadounidense también ha hecho alusión a la situación de Chrysler, que afirmó que podría salir de su situación de bancarrota "en los próximos días". Este fin de semana, un juez estadounidense dio el visto bueno a una medida que permitirá la fusión de la tercera automotriz de EEUU a la italiana Fiat. Dentro de este plan, el Gobierno de EEUU mantendrá el control de algo menos del 10% de Chrysler.

El otro "grande de Detroit", Ford, ha asegurado que cuenta con la capacidad suficiente como para hacer frente a la crisis y el descenso de ventas actuales.