Silva

Dinamismo, precisión, sentido táctico, movilidad e inteligencia son algunos de los valores que adornan a este futbolista canario que poco a poco se ha ido abriendo paso en el universo de las estrellas.

Su tacto sedoso, la claridad de su fútbol, las alternativas de su juego, le hacen un futbolista especial; es el rey de los espacios cortos, marca su territorio con la misma facilidad con la que desnuda las defensas contrarias.

Silva completa un despliegue creativo extraordinario, en cualquier momento puede asombrar con una pared imposible, maravillar con un regate increíble o asombrar con un pase milimétrico. Las alternativas de su juego son inimaginables y su polivalencia decisiva.

El juego entre líneas, el sentido en todo lo que intenta, sus pases imposibles capaces de desatascar cualquier problema son dinamita para su equipo y auténtico veneno para el contrario.

Silva puede jugar en la banda, en el centro, de delantero, de centrocampista, de punta o de media punta; si hay que pasar se pasa, si hay que driblar se dribla. Cuando su equipo sale al campo, aparenta cierto aire de vulnerabilidad, su aspecto frágil y tímido no hace presagiar que estemos ante uno de los mejores futbolistas del momento. Conoce el juego, le gusta lo que hace, disfruta, sabe darle pausa al fútbol, actúa con serenidad y solvencia y tiene una personalidad aplastante en el campo. Cuando parece que el fútbol se hace intrascendente, pierde su fuerza, asoma el gran futbolista que lleva dentro. Silva pone el sello de un concepto futbolístico que crea escuela, aquella que se asocia con el balón, con el césped, con el juego y con la inteligencia.

Por eso Silva es uno de nuestros candidatos a ser el mejor jugador de la liga, por eso y por muchas cosas más.