La canciller alemana Angela Merkel atiende a los medios tras el acuerdo en la crisis de Opel. / EFE
Economia

El plan de rescate de Opel evita cerrar plantas pero plantea 11.000 despidos

Una llamada de Obama ayudó a desbloquear la negociación para la compra del fabricante a GM

| CORRESPONSAL. BERLÍN Actualizado: Guardar
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El futuro de Opel y los empleos de las 55.000 personas que ocupa en sus plantas europeas se encuentra desde la madrugada de ayer en manos de un consorcio integrado por el banco ruso Sberbank y la empresa de componentes austríaco-canadiense Magna, gracias a un crucial acuerdo alcanzado con General Motors bajo la bendición del Gobierno alemán.

En un principio, el plan de rescate de Opel garantiza la supervivencia de sus plantas en Europa, pero contempla el desmantelamiento de unos 11.000 empleos en el Viejo Continente, de lo que 2.600 recaerían sobre Alemania. Se desconoce, sin embargo, cómo afectará ese recorte a la planta que el fabricante alemán posee en Figueruelas (Zaragoza). La vicepresidenta económica, Elena Salgado, se mostró optimista sobre las consecuencias que el plan tendrá para esta fábrica, en la que trabajan 7.500 personas. «Esa planta es la más competitiva del grupo y, además, ya realizó los ajustes necesarios hace tiempo», explicó.

El acuerdo para la adquisición de Opel a General Motors -que en las próximas horas puede declararse en bancarrota- fue alcanzado tras una maratoniana reunión de ocho horas realizada en la sede del Gobierno alemán en la que participó la canciller Angela Merkel, los ministros de Economía, Finanzas y Asuntos Exteriores; los jefes regionales de cuatro estados federados y representantes de Magna, General Motors y del Gobierno estadounidense. «Opel tiene ahora una perspectiva de futuro y supone una oportunidad que se han merecido los trabajadores», se congratuló la canciller.

Desafío trasatlántico

Merkel desveló que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ayudó a desbloquear las negocaciones con General Motors mediante una llamada efectuada poco antes de la ronda de negociaciones. «Las conversaciones eran un auténtico desafío para las relaciones trasatlánticas debido a las estructuras características (de GM y Opel). Hablé por teléfono ayer con el presidente estadounidense y coincidimos en que teníamos que hacer todo lo posible para lograr un buen resultado en este complicado asunto», afirmó Merkel en rueda de prensa. «Esa conversación influyó claramente en las negociaciones de anoche», dijo.

Pero Merkel no mencionó que el rescate implicará una importante disminución de plantilla. Aunque Magna no ha detallado los recortes que pretende, sí advirtió que preveía reducir el 10% de los efectivos en Alemania; es decir, en torno a 2.600 puestos de trabajo, si bien garantiza el funcionamiento de las cuatro plantas existentes en ese país.

En el resto de Europa estarían amenazados unos 8.500 puestos. «Confiamos en encontrar soluciones para preservar tantos empleos como sea posible», declaró, sin dar más pistas, Siegfried Wolf, copresidente de Magna.