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El Gobierno mantiene el atasco a la iniciativa privada al no describir los condicionantes

Ninguna firma podrá iniciar los trámites hasta que Industria haga la caracterización de las zonas limitadas

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La pelota sigue en el tejado del Gobierno. La publicación del mapa eólico ha reducido la incertidumbre sobre los proyectos eólicos marinos, pero no ha conseguido desatascar el trámite. Las empresas siguen con las manos atadas para iniciar los procesos hasta que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio describa los condicionantes de las áreas en las que está permitido instalar molinos.

Este área de interés se extiende desde Sanlúcar hasta Barbate en el caso de la provincia gaditana, pues es en el único tramo de costa en el que se han presentado proyectos. El siguiente área que afecta a Cádiz va desde Barbate a San Roque, donde ninguna empresa ha mostrado interés.

Según recoge la norma reguladora, esta descripción de las áreas conlleva la estimación de la cantidad de energía máxima evacuable a través de las redes eléctricas de transporte, así como la incidencia que un proyecto eólico marino tendría sobre los elementos que componen su entorno.

En este sentido, se determinarán los efectos sobre la actividad pesquera, la flora, las aves, la navegación marítima y aérea, así como sobre el turismo, el patrimonio histórico y arqueológico, el impacto visual, los fondos marinos, la dinámica del litoral y la incidencia en materia de defensa y seguridad.

Una vez obtenida la información se designa la reserva de la zona, que en algunos casos se adjudicará por concurso público. Ésta será la solución para Trafalgar, donde se han presentado cinco proyectos. Si las empresas los mantienen tendrán que concurrir para hacerse con la franja de interés, donde a duras penas se podrán ubicar más de un parque, según la estimación del jefe de servicio de Gestión del Dominio Público de la Demarcación de Costas, José Luis Reyes.

En este caso, las solicitudes se rán valoradas por un comité adscrito al Ministerio de Industria, Comercio y Deporte que valorará si la potencia instalada excede el límite, la tecnología que se utilizará para la instalación y la evacuación e la energía y los impactos ambiental y social.

Éste último ha sido el mayor escollo para la iniciativa empresarial en Trafalgar. La plataforma, con los tres ayuntamientos al frente -Vejer, Conil y Barbate- ha mostrado su rechazo absoluto a las instalaciones eólicas marinas en la zona. De hecho, en su última reunión días después de la publicación del mapa del Ministerio se acordaron movilizaciones pacíficas y ordenadas y nueva cartelería. De la misma forma, solicitaron una reunión con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, para que asuma el compromiso que ya le hiciera el anterior, Manuel Chaves, de que no se daría luz verde a ningún proyecto si no hay consenso social para ello.

Chipiona no se ha visto en esas, su alcalde, Manuel García, ve en la inversión de Magtel la oportunidad de generar empleo y apuntarse al carro de la energía renovable.