Celebraciones y destrucciones

El FC Barcelona de Guardiola ha tomado el relevo de la selección española y se ha sentado junto al combinado nacional en el trono europeo del fútbol. Además, los catalanes han logrado una triple corona con una filosofía de fútbol muy similar a la que propuso Luis Aragonés en Austria. Han arroyado, abusado y chorreado a todo aquel que se les ha puesto por delante. Sólo queda felicitarles y darles las gracias por haber hecho disfrutar a todos los amantes del balón.

Mención aparte merece el tema de las celebraciones, pues un sector de la afición del Barça ha quedado en evidencia, ha destapado sus vergüenzas y se han mostrado como los vándalos que son. No han sabido ganar, no han sabido celebrarlo y ni mucho menos, han dejado disfrutar a todo aquel barcelonés que pretendía divertirse de una forma cívica. Es el mejor de los ejemplos de lo que no debe ocurrir de ninguna de las maneras en Jerez.

Esta ciudad está muy cerca de celebrar algo histórico. Es difícil comparar, pero equiparándolo con el Barcelona, posiblemente sea más importante lo que está cerca de hacer el Xerez Deportivo que lo que han logrado esta temporada los culés. Como mínimo, se trata de hazañas muy similares. Los azulinos podrían llegar a la máxima categoría del fútbol nacional por vez primera en su historia y, por tanto, se espera una celebración grandiosa por todos los rincones de Jerez.

En Barcelona nos han mostrado lo que nunca se debe hacer. Por ello, (y no espero lo contrario) el jerezano, el xerecista tiene una oportunidad para demostrar al país su clase y entrar con elegancia en la Primera División. Poner un pie en el cielo sin llevar el traje de diablo y que la locura se tope con el límite del respeto al prójimo.