Salgado no ve eficaz subir los impuestos a los más ricos

«El Gobierno no descarta de manera priorística ninguna medida que permita mejorar la situación en términos de suficiencia recaudatoria y también de equidad de nuestro sistema impositivo», según explicó ayer la vicepresidenta económica Elena Salgado. No obstante, matizó que atender la demanda de CC OO y UGT, de elevar los impuestos a los más ricos para que el Estado dispusiera de más dinero, tendría «un impacto final mínimo y reducido». Sus declaraciones tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados, durante la sesión del control al Gobierno, en respuesta a una pregunta del representante de ICV, Joan Herrera.

Salgado basó su tesis en que «sólo un 4% de los 18 millones de declaraciones presenta rentas superiores a los 60.000 euros». Otro argumento expuesto consistió en que «hay que tener en cuenta que nuestro tipo marginal máximo está en la media de la UE, incluso en algunos supuestos bastante por encima del que aplican otros países». Ahora bien, insistió en que «en un contexto como el actual, donde la recaudación está disminuyendo» es preciso «estudiar todas las propuestas» porque el Gobierno defiende que «el precio de esta crisis no debe recaer sobre los más débiles».

En este sentido, recordó que el Ejecutivo ya se ha comprometido a suspender la deducción por compra de vivienda de quienes superen un determinado nivel de rentas, situado en principio en 24.000 euros. Así, la vicepresidenta señaló que existen «alternativas distintas» a las sindicales, también de corte progresista. Además, a su juicio, toda reforma fiscal tiene que llevarse a cabo desde una perspectiva «integral», en la que junto con la equidad se tenga en cuenta la eficiencia.

Para Joan Herrera, el simple hecho de que la responsable de Economía estudie la petición de los sindicatos supone «toda una rectificación» del Gobierno, puesto que Rodríguez Zapatero se ha vanagloriado en varias ocasiones de haber reducido la presión fiscal y dejado de ingresar 30.000 millones de euros, presunción, por otro lado, «propia de un presidente de gobierno conservador». «La política fiscal debe atender a criterios progresistas» que «el que más tiene más pague», sin «medidas equitativas» como la concesión de 400 euros, vía reducción del IRPF, o el cheque bebé de 2.500 euros a disfrutar por todos los ciudadanos, sean ricos o pobres. Salgado se refirió durante la jornada, y en esta ocasión desde la Agencia Tributaria, a la reforma laboral que necesita el país. Con anterioridad, el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña -ante los micrófonos de RNE- se mostró partidario de la introducción de cambios en el mercado laboral. «No podemos permitirnos tener un paro mucho mayor que el del resto de Europa», lo que parece fruto «de que estamos haciendo algo mal», dijo.

«En materia de empleo creo que todavía no se ha producido la totalidad del ajuste», continuó el secretario de Estado. «Este es el problema más grave y más gordo que tenemos porque, en la medida en que hay empleo, las familias pueden pagar sus hipotecas, la economía tirar, hay demanda y las empresas vender sus productos», comentó el secretario de Estado. Tras conocer las palabras de Ocaña, la vicepresidenta optó por matizarlas inmediatamente y descartar cualquier duda que podía encerrar algún recorte de los derechos de los trabajadores.