Hay arte dentro de tu cabeza
Diputación acoge 'Paisajes neuronales', una muestra de 'dibujos' cientíticos acompañados de máximas de escritores y filósofos promovida por la Caixa
| CÁDIZActualizado:La fotografía de Tamily Weissman muestra una sección del córtex cerebral. Fue tomada mediante el marcaje diferenciado de proteínas fluorescentes, durante un experimento destinado a investigar los procesos de aprendizaje. Expuesta en el Palacio Provincial parece el fruto de un arrebato lisérgico, una de esas pinturas sensoriales que triunfaron en los 80. Más o menos lo mismo ha debido pensar el escritor Luys Magrinyá, responsable de ilustrarla con una de sus impresiones: «Miguel R., de 45 años, tras una toma de LSD, siente que toda la calle Aribau huele a pollo». A Fernando Savater, el neuroblastema de un roedor le recuerda al ángel azul, y Marina Núñez cree que el armazón estructural de unos astrocitos de rata representan la res colgada de Rembrandt.
La magia de la exposición Paisajes neuronales, que la Obra Social de la Caixa abrió ayer en el Palacio Provincial de Diputación, radica en que ilustra a la perfección la proximidad entre arte y ciencia, «como ambos conviven, se complementan y se identifican», según explicó la vicepresidenta de la Fundación Provincial de Cultura, Ana Mosquera.
La muestra recoge 50 obras que han sido seleccionadas de entre 433 imágenes enviadas por 62 laboratorios de neurociencias de todo el mundo. Todas ellas van acompañadas de textos especialmente creados para la ocasión por pintores, escritores, filósofos e intelectuales. Algunas, que han sido obtenidas a través de métodos de tinción tradicionales y modernos para revelar la estructura del cerebro, recuerdan a obras de Renoir, Miró o Picasso, entre otros.
Paisajes neuronales refleja también cómo los objetos más esenciales de la ciencia nunca pueden apreciarse a simple vista. Muestra cómo, un siglo después de que Santiago Ramón y Cajal recibiera el Nobel, sigue usándose la metodología practicada por el genio, pionero en el estudio de las neuronas: mirar y dibujar, mirar y fotografiar, y mirar e interpretar. Precisamente, estos son los apartados en los que se estructura la muestra. La diferencia se encuentra en que hoy por hoy los avances de la física ofrecen técnicas muy diferentes para visualizar los complejos micropaisajes que soportan nuestra inteligencia.
Entre las perlas de los escritores participantes, hay auténticos hallazgos. Vila Matas se decanta por definir las piezas con títulos como El domicilio de nuestras fechorías, aunque Luis Magrinyá apuesta por relatos pequeños, cargados de significación y con un alto contenido metafórico: «En un piso de la calle Valtakay, Hannes K, 56 años, no apaga el dvd de Turandot cuando su hijo, Bo K, de 30 años, le pide que le escuche». Arte, ciencia, filosofía y literatura se dan la mano, interactúan, conmueven e inspiran desde ayer en el Placio de Diputación.