Fomento busca una inyección de 15.000 millones para acelerar obras y crear empleo
Blanco recoge una propuesta del PP para involucrar a las constructoras en la financiación de infraestructuras a lo largo de la legislatura
| COLPISA. MADRIDActualizado:El Ministerio de Fomento estudia una inyección adicional a lo largo de la legislatura de 15.000 millones de euros que saldrían de las arcas del Estado y de las 'carteras' de los constructores. El objetivo esencial de este eventual plan de choque es frenar el impacto de la crisis y crear empleo.
Así lo avanzó ayer en el Congreso de los Diputados el responsable del departamento, José Blanco, tras aceptar una invitación en este sentido del Partido Popular para crear nuevas obras y para acelerar las ya licitadas o en avanzada fase de tramitación.
Blanco, que presentó las líneas generales de su gabinete para los próximos tres años, recogió el guante popular. El mismo que le lanzaran días antes las grandes patronales del sector constructor, más que dispuestas a financiar proyectos con los que generar actividad que contrarreste el desplome que sufre la licitación por la crisis. «Estamos dispuestos a analizarlo, es una cifra asumible», afirmó el ministro.
La iniciativa partió del portavoz popular en el Congreso, Andrés Ayala, quien sugirió que la aportación estatal provenga de créditos extraordinarios como el de los 8.000 millones habilitados para las obras en ayuntamientos. «Se trataría de proyectos vertebradores, no de simples reparaciones sino de otros que den trabajo a muchas personas», añadió Ayala.
Ahora son las patronales de la construcción las que deben, a su vez, aceptar el envite de Fomento. Las empresas ya han entregado a Blanco un borrador de propuesta de financiación privada de obras con lo que el apoyo está en principio asegurado a falta, eso sí, de concretar qué tipo obras comprendería y, sobre todo, cómo recuperarían después las compañías el dinero adelantado. Se abre así el debate sobre el pago por el uso.
En las filas socialistas hay una premisa clara, las constructoras no van a marcar el camino a Fomento de ninguna manera. Sólo queda entonces un escollo, que no es pequeño, y es convencer a la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, de la conveniencia y rentabilidad económica y social de semejante gasto.
Como 'aperitivo', Blanco explicó que Fomento va a librar en los próximos meses 600 millones de euros con los que dar 'oxígeno' a las empresas adjudicatarias de 60 pequeñas obras de carreteras. El camino emprendido no es baladí, ya que ese dinero pretende poner en marcha actuaciones hoy casi paradas por la falta de liquidez.
Y es que la práctica general en la contratación pública reserva el abono de la inmensa mayoría del presupuesto a los últimos dos o tres años de cada proyecto, con lo que las constructoras esperan a ese momento para contratar máquinas y operarios. Es por esto por lo que proliferan carreteras o actuaciones de todo tipo que tras permanecer prácticamente abandonadas se terminan después en muy poco tiempo. Precisamente cuando el contratista recibe el grueso del dinero.
Primera generación
Blanco advirtió que su departamento va a licitar y adjudicar antes del verano la renovación de otros 137 kilómetros de las denominadas autovías de primera generación. Desarrollos muy intensivos en mano de obra, destacó el ministro, que estimó en 14.000 los empleos que se crearán. Las actuaciones, presupuestadas en 510 millones, se harán en tramos aún por determinar de la A-3 y la A-4.
José Blanco adelantó sus premisas al frente de Fomento, centradas en la concertación con el resto de administraciones -a las que quiere involucrar en la revisión del Plan Estatal de Infraestructuras y en el nuevo modelo de Aena- y con todos los actores del sector.
La seguridad en los transportes, la economía verde y la sostenibilidad, en busca del tan manido cambio de modelo, es otra de las prioridades del ministro, junto a las conexiones con Europa. Tema este al que pretende dar un impulso decidido durante la presidencia española de la Unión Europa en el primer semestre de 2010.
Entre los planes más inmediatos de José Blanco destacan la creación de una Comisión Nacional del Mercado Postal o la implantación de un Plan de Eficiencia Energética en Renfe 2009-2011, con el que se pretende ahorrar 53 millones y reducir en 115.000 millones de toneladas las emisiones de CO2 del operador.
El transporte urbano y metropolitano será otro objetivo esencial de Fomento. Del mismo modo que la mejora de los puertos.