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El arte de diseñar una imagen a medida
Están a la sombra de las 'celebrities', detrás de cada programa y reportaje. Los estilistas consiguen que al saltar el flash o encenderse la cámara todo esté perfecto
Actualizado: GuardarCuando se enciende el pilotito rojo, ellas están divinas y estupendas. Maquilladas a la perfección, sin ningún cabello mal colocado y, por supuesto, sin una sola arruga en el pantalón. Fetén. Y eso que han madrugado y se han vestido en su camerino en apenas diez minutos. Nadie lo diría. Pero son las reinas de la mañana en la pequeña pantalla y su imagen tiene que estar a la altura del título con el que han sido coronadas. De lunes a viernes, Susanna Griso y Ana Rosa Quintana mantienen un duelo de audiencias... y de moda. No en vano, ambas comunicadoras se han convertido en referentes del buen gusto en el vestir. Ellas tienen parte del mérito, pero no todo. Su estilista les facilita el camino.
No son las únicas que cuentan con ayuda. En cada programa de televisión, reportaje de moda, entrevista del corazón, serie de ficción e incluso spot, es imprescindible su presencia. Son profesionales que están en la sombra, tras los focos, sus nombres no son conocidos por el gran público -salvo excepciones como Naty Abascal, que trabaja para ¡Hola!-, pero son las responsables de que quien les habla a través del televisor o relata su historia en una revista transmita un look armonioso y atractivo. Una labor -aseguran- apasionante, pero que esconde detrás un trabajo desconocido para muchos. «La gente cree que coges dos trapos que has encontrado en un tienda, se los colocas al personaje, y ya está; pero es bastante más complicado», explica Ana Ureña, estilista, periodista de moda, directora de la revista Luxos Spain y colaboradora habitual deMujer Hoy, entre otras publicaciones.
De hecho, si a muchas les cuesta elegir cada mañana un modelito para salir de casa, cabe imaginar lo que supone escoger un conjunto diferente, que encaje como un guante y que no se repita -o si lo hace, que no se note- durante más de 500 jornadas. Es la labor de Cristina Rodríguez López-Sors, encargada del estilismo de Susanna Griso en el programa matinal de Antena 3 Espejo Público. Casi a la misma hora y a un golpe de mando a distancia, se enfrenta a la tarea Mamen Marqueño, que en los últimos cuatro años ha vestido a Ana Rosa Quintana en Telecinco.
Alternar prendas
En cuestión de estilismo, pocas cosas se dejan al azar. El conjunto que la comunicadora lucirá en pantalla está escogido, como mínimo, desde el día anterior. Para su elección, respetan ciertas normas: alternar prendas (un día pantalón, otro falda, otro vestido, otro manga corta, larga...) y no insistir en un mismo color («si todos los días pones colores fuertes, agotas», afirma Cristina Rodríguez).
Pero hay que estar preparado para todo: ambos programas trabajan pegados a la actualidad y el vestuario, inevitablemente, también. «Ana Rosa me adelanta los contenidos del día siguiente y si se centra en un suceso, la visto más sobria», apunta Mamen Marqueño. Lo mismo hace Cristina Rodríguez, que tiene reservada ropa oscura para las mañanas en las que priman los acontecimientos serios.
Lo suyo es un trabajo muy creativo. «Hay días que me pongo y puedo hacer diez conjuntos», cuenta Rodríguez. En otras ocasiones, el armario -la envidia de cualquier mujer- parece vacío y no llega la inspiración. Es el momento del shopping: ir de tiendas para comprar nuevo material ajustado al presupuesto o recorrer los showrooms-espacios que las firmas reservan a estos profesionales- para recoger prendas cedidas por marcas, que luego aparecerán en los créditos. Marqueño, por ejemplo, destina dos días de la semana a esta misión. «Ya me conozco todo lo que hay en las tiendas», dice entre risas.
Sus estilismos son muy diferentes: Susanna Griso «viene de los Informativos y tiene una imagen formal, al margen de tendencias»; Ana Rosa Quintana «es atrevida, moderna y le gusta innovar». Eso sí, ambas coinciden en un punto: les chiflan los zapatos. Entre el armario de las dos, sumarán alrededor de 150 pares de botines, manoletinas, sandalias... de todas las firmas, formas y colores. «Susanna Griso es sobria en el vestir, pero más descarada con los zapatos», señala Rodríguez. «Con Ana Rosa he aprendido que el tacón tiene que estar un poco inclinado para que sea más cómodo. La admiro porque ¡le pongo tacones de 12 centímetros! Es una valiente», añade Marqueño. Se dejan aconsejar, pero ellas tienen la última palabra. Como dice Rodríguez, «es Susanna quien da la cara, quien queda bien o mal». «La que manda sobre su imagen es Ana Rosa», sentencia Marqueño.
Tras años de trabajo juntas, Cristina Rodríguez y Mamen Marqueño pueden recitar de memoria los gustos y las medidas de sus asesoradas; algo que no siempre sucede en las sesiones de fotos para las revistas. Andrea Suárez (www.andreasuarez.com) tiene experiencia en esta materia. Como estilista freelance, ha creado el look de Leonor Watling, Iker Casillas, Leonardo Sbaraglia, Belén Rueda, Ana Fernández, Lydia Bosch, Eduardo Noriega o Pablo Motos en sus posados para diferentes publicaciones. «No hablo directamente con el personaje a no ser que así me lo indiquen. A través del representante u otros medios, me informo de cómo viste, de lo que le gusta, lo que le sienta bien y de sus medidas», explica. Es un labor casi de «psicoanalista», como indica Ana Ureña, que vuelca sus conocimientos en su blog de www.buyvip.com. «Tienes que buscar ropa que encaje con su personalidad. Para eso, hay que estudiar a quien estás vistiendo», añade.
La sesión, inamovible
Cuando llega el día fijado, todo tiene que estar listo. «La sesión fotográfica es inamovible, los problemas o imprevistos se tienen que solucionar como sea», asegura Andrea Suárez. Para curarse en salud, ella selecciona unas 20 opciones de vestuario para capturar dos instantáneas. Y no siempre es suficiente. «Una vez llevé 20 vestidos maravillosos para una actriz, se los probó y no le gustó ninguno. ¡Y nunca había estado tan guapa!», señala.
Y es que vestir a las celebrities no es tarea fácil. «Hay que tener psicología e intento adelantarme a lo que va a ocurrir. Sé de antemano los que me van a dar problemas», dice. Las actrices, matiza, son las más complicadas, «porque tienen muy clara su imagen, se conocen bien y no quieren cambiar».
La seguridad es fundamental en el trabajo del estilista. Tanto la del personaje, como la del profesional de la moda. «Hay que ir con las ideas muy claras y es importante que el personaje al que vas a vestir lo capte, porque si en algún momento nota que no estás segura de un cambio de ropa... puede haber un problema», afirma Ana Ureña. De hecho, la experta en moda ha comprobado que las «personas seguras de sí mismas» hacen más fácil la labor del estilista. «A las inseguras no les va a gustar nada de lo que le pongas», añade. Ahora sí, «las que nunca van a dar ningún problema son las modelos». «Cuando haces reportajes de moda para una revista, se ponen lo que tú digas porque su trabajo es convertirse en lo que el fotógrafo, el estilista y el diseñador quieren», apunta Ureña.
Se confiesan unas enamoradas de la ropa, el diseño y las tendencias, pero aseguran que su labor «exige muchas horas y dedicación». Y no todo es glamour. «Si te toca irte al campo para hacer unas fotos con un caballo y botas de montar, al final las botas las tienes que limpiar tú porque todo lo tienes que devolver impecable. Y en la sesión a lo mejor has estado a 40 grados a la sombra intentando que la modelo no se te desmaye y siempre pendiente de la ropa», concluye Ana Ureña.