Una despedida a lo grande
Los sanluqueños llenaron el Real de la Calzada hasta que los fuegos artificiales clausuraron una edición más de la Feria de la Manzanilla
| SANLÚCARActualizado:Llegó la hora de la clausura. Ahora toca recoger después de cinco intensos días de fiesta y diversión. Aún se podía observar algunas gotas de agua y charcos que perduraban en el Paseo después de que la lluvia marcara la pasada madrugada del sábado. No obstante, la ciudad de Sanlúcar dijo adiós ayer a una feria caracterizada por el buen tiempo y el numeroso público. Una despedida que se hizo oficial a medianoche, a través de un hermoso y esperado castillo de fuegos artificiales que puso punto y final a la fiesta.
Desde primera hora del mediodía, la Calzada estuvo abarrotada por sanluqueños deseosos de aprovechar la última jornada de feria. Y casetas, como la de El Rinconcito de Las Coplas, se llenaron a la hora del almuerzo para dar buena cuenta de la última ración de chocos o la penúltima botella de manzanilla.
La portada del Real, repleta de público, sólo mostraba la imagen de un par de coches de caballos particulares al servicio de los visitantes. La ausencia de jinetes y carruajes de caballos por el Paseo en esta jornada no impidió que los sanluqueños se aferraran a las sevillanas y acudieran a despedirse de su feria con ganas de apurar las últimas horas.
Fue el caso de Ana Muñoz, una sanluqueña que no se pierde ningún año la jornada de la clausura de esta fiesta. «Me gusta venir el domingo porque la gente se despide de la feria con mucho sentimiento», comentó.
Aún queda el duro trabajo por hacer, el que provocó la temprana recogida de algunos, ya fuesen los trabajadores de las casetas, que se dedicaban a hacer los balances de la semana, o los primeros visitantes que se despedían de la Calzada, bien en coches particulares o a través del transporte público.
«No me gustan las despedidas, así que me voy temprano porque el cansancio se nota después de todos estos días de feria», destaca Aurora Fernández, una joven sanluqueña que, junto a sus amigas, se despedía ayer temprano del Real. «Ahora a esperar hasta el año que viene».
Muchas familias se fueron congregando en la zona de los cacharritos, a la que acudieron para montar por última vez a los pequeños. El tren de la escoba, el canguro o los cochecitos fueron las más animadas. Tampoco faltaron aquellos que prefirieron aprovechar los últimos momentos para probar suerte en las tómbolas y comprar más de un recuerdo en muchos de los puestos ambulantes situados a lo largo de la Calzada: bolsos, gafas, colgantes e, incluso marionetas. Toda una gran variedad de artículos para comprar.
Música para despedirse
Al igual que en jornadas anteriores, bien entrada la tarde, los visitantes y sanluqueños que ayer se acercaron hasta el Paseo pudieron disfrutar de una buena sesión musical en la Caseta Municipal con figuras como El Nono, el grupo de Baile Orilla del Guadalquivir, Aires del Camino o El Sanlu y El Sobri.
De esta manera, todos los amantes de esta tierra gozaron de un cierre espectacular de su Feria, iluminada por unos fuegos artificiales que rodearon todo el cielo que cubría la Calzada. Con el transcurso de las horas, el número de mujeres vestidas de flamenca y la presencia de niños vestidos de corto fue disminuyendo. Con las luces y el alumbrado ya apagado, la Feria de la Manzanilla 2009 quedó oficialmente clausurada. Ahora Sanlúcar torna sus ojos a otra fiesta tan tradicional como la feria, que se vive en la ciudad con igual intensidad: la romería de El Rocío, que llenará las playas de Bajo Guía de romeros y simpecados.