La Cruz de Mayo llena de vida a Los Frailes

En una ciudad que adolece de vida barrial y que pierde sus tradiciones conforme va creciendo, Los Frailes representa una curiosa salvedad. La juventud está sirviendo para insuflar cohesión, portuensismo y personalidad a una barriada surgida más allá del casco histórico. El impulso de ocho jóvenes revitalizó hace ya 10 años la Cruz de Mayo del barrio, la única que sobrevive en el municipio. Su principal aportación a una fiesta que el año que viene cumplirá tres décadas fue la de rescatar la procesión de una cruz de flores.

Ayer volvieron a recorrer con éxito las calles del vecindario desafiando a la amenaza de lluvia en un día que se ha convertido en el más especial del año para el barrio. El cortejo ha incorporado este año a niños vestidos de ganadero y de gitana, que acompañan a mujeres vestidas de flamenca con canastas de flores. Para la próxima edición estrenarán la figura de un ángel junto a la cruz.

Una vez recogida la procesión, vecinos de todas las edades disfrutaron de actuaciones, aperitivos y una velada de convivencia. La fiesta cuenta también con un concurso reciente concurso de fachadas y patios. Y es que, según Alejandro, uno de los más activos

La Cruz de Mayo de Los Frailes ha servido para fortalecer a la Asociación de Vecinos. A los ocho pioneros se han ido uniendo nuevos jóvenes que han constituido el Grupo Joven de la Asociación. Algunos de ellos como Francisco Ramos, llevan años formando parte de la Junta Directiva de la AA.VV. El entusiasmo de Francisco y sus compañeros ha servido