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Respuesta serena

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Los once casos confirmados de afectados por el virus A/H1N1 en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares y las medidas de aislamiento aplicadas a una parte del centro militar representan la noticia más llamativa y preocupante de cuantas ha generado la epidemia en nuestro país, que a mediodía de ayer ofrecía la cifra de 126 personas enfermas por dicho virus. Pero ello no debería conducir a la alarma o a la adopción de medidas de prevención excesivas o innecesarias en el entorno de cualquiera de los casos que pudieran darse en adelante. Todas las personas afectadas en España por la gripe A han sido diagnosticadas de carácter leve. Ello no significa que, de incrementarse la cifra total, no puedan darse contagios de efectos más severos. Pero es necesario que la población atienda las indicaciones de las autoridades sanitarias en cuanto al grado de riesgo que entraña esta gripe, a su extensión y al estado en que se encuentran los afectados, para adecuar la inevitable alerta personal y familiar a las características que presenta el mal. Además, los españoles podemos y debemos confiar en la existencia de un sistema de detección y seguimiento de la enfermedad y de unos servicios de atención primaria y hospitalaria que ofrecen a la ciudadanía niveles de respuesta y atención tan óptimos como los de cualquier país de nuestro entorno; e infinitamente superiores a los de la mayor parte del hemisferio sur. De hecho, la llegada del invierno a dicho hemisferio sí que constituye un motivo de inquietud, dadas las condiciones socio-sanitarias de muchos de esos países y la eventualidad de que el virus A/H1N1 experimente alguna mutación que de lugar a una gripe más virulenta.