Paisanos de la víctima, natural de la localidad onubense de Rociana, se manifestaron ayer ante los juzgados jerezanos. / C. O.
Jerez

Un centenar de personas pide justicia por la muerte de un motorista en 2007

La familia exige que se fije la celebración del juicio El presunto autor del atropello mortal conducía ebrio

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Alrededor de cien personas se concentraron ayer a las puertas de los juzgados de la avenida Álvaro Domecq con el fin de exigir que se celebre el juicio por la muerte de un motorista onubense, Francisco Ángel Jiménez, que fue arrollado en Jerez en marzo de 2007. Dos años después, su familia se muestra indignada por el hecho de que no se haya celebrado aún la vista y, lo que es peor, el conductor presuntamente responsable del accidente permanezca en la calle, a pesar de todos los agravantes que concurrieron en el caso.

Como explicó el padre de la víctima, el joven de 28 años circulaba por la avenida Fernando Portillo y un individuo al volante irrumpió en sentido contrario y «se llevó por delante» al motorista, además de otros diez vehículos más. Según su versión, el conductor se dio a la fuga y finalmente tras ser atrapado cumplió sólo una condena de ocho meses por el alijo de sustancias estupefacientes que se encontró en su coche tras el atropello. Además, y siempre según la familia, se encontraba bajo los efectos del alcohol cuando se produjeron los hechos.

Sin embargo, por el accidente en cuestión aún no se le ha juzgado, y durante todo el tiempo transcurrido aseguran que se le han acumulado diversas denuncias también por encontrarse en estado de embriaguez al volante. Para apoyar a los afectados, ayer se desplazaron hasta Jerez dos autobuses cargados de paisanos del fallecido, natural de Rociana, y cabe recordar que no es la primera vez que se manifiestan al respecto, pues hace menos de un mes unas 2.000 personas hicieron lo propio en la plaza de España de la citada localidad.

Ahora, los parientes de Francisco tienen puestas las miras en un periodo mucho más a corto plazo. Así, esperan que en el máximo de 20 días se fije por fin la fecha del juicio, pues de lo contrario continuarán con las movilizaciones, aunque «si hoy venimos dos autobuses, la próxima vez vendremos incluso diez, porque lo único que queremos es que se haga justicia».

Seis años de prisión

Por el presunto delito de atropello mortal en el que incurrió el imputado, la acusación pedirá hasta seis años de prisión. Como recordó la familia, en el suceso también se vio implicado un primo del joven siniestrado, que permaneció un tiempo considerable ingresado en el hospital, debido a las secuelas sufridas en el accidente.