Esteban Vigo sacó su espíritu ganador y desea acabar en lo más alto de la tabla de Segunda. / JAVIER FERNÁNDEZ
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Esteban: «Sabemos que llevamos siete victorias seguidas, pero queremos aspirar a más»

El técnico azulino se marca como objetivo prioritario certificar el ascenso y si después pueden «quedar primeros, pues mucho mejor; sería muy bonito»

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Son los mejores, y lo saben. Por eso, quieren todavía más, pues además lo dicen sin tapujos. El Xerez ha mostrado una regularidad e incluso una vistosidad a lo largo de toda la temporada, pero llegado el momento decisivo está destrozando la moral de sus rivales a base de contundencia. Nunca pierde. Es el mejor entre los mejores y aunque saben que llevan «siete partidos ganados, que es muy difícil, pero queremos aspirar a más. El equipo tienen una gran confianza y esto es bueno. Lo da el estar primeros. Yo, como entrenador», dice Esteban Vigo, «estoy un poco más relajado porque sé de la motivación y las ganas que los jugadores tienen por que llegue el domingo para que, de una vez por todas, podamos decir que ya estamos» en Primera División.

Quizás uno de los secretos del éxito azulino se encuentre en no levantar demasiado la vista, simplemente fijarse un objetivo a corto plazo cada siete días, pues Vigo se sincera y cuenta que no piensa «en el ascenso. En mi cabeza sólo esta el ganar en Tarragona. Lo del ascenso lo dejo para cuando tenga que venir. Lógicamente, si ganamos al Nàstic tendríamos más posibilidades de subir, pero como tampoco dependemos de nosotros no vamos a pensar mucho en ello. Creo que tendríamos que afrontarlo con la misma filosofía que hasta ahora. Partido a partido, tranquilos, sabiendo lo que queremos y lo que vamos a conseguir, pero todavía no está hecho. Nos queda un poquito para poder comernos el trozo de queso al final».

Por no salirse de la norma sufridora que ha acompañado al Xerez durante sus 62 años de historia, a los azulinos les costará más que casi a ningún otro dar el salto a la máxima categoría. Ya sufrieron de lo lindo hace un año, pues a ellos les «costó hacer 52 puntos para salvarnos y ahora llevamos 75 y aún no estamos ascendidos. De todas formas, el equipo ha demostrado que está preparado para superar todo esto. El año pasado creo que a estas alturas se había subido con los mismos puntos que tenemos nosotros ahora. Vamos a intentar conseguir los puntos que necesitemos para lograr primero el ascenso y después, si podemos quedar primeros pues mejor. También es muy bonito».

Demasiado largo

De cualquier manera, no puede negar que la espera se le está haciendo «larga. Tengo ganas de recuperar y descansar un poco. No quiere decir esto que una vez que lo hayamos conseguido nos vamos a relajar, pero lógicamente estaremos más tranquilos. Se hace largo porque creía que valdría con 72 ó 73 puntos y ya vamos por 75. Por eso, tengo ganas de terminar, los jugadores también y pienso que la prensa también».

Con la vista puesta en el Nou Estadi, una semana más califica el encuentro como «muy difícil. Como el Castellón que ya avisé la semana pasada. Ahora vuelvo a repetir lo mismo porque nos medimos a un equipo que está en una zona muy cómoda, no se juegan absolutamente nada, se miden contra el líder y quieren ganarnos. Lo veo normal, pero creo que se lo vamos a poner complicado», aunque poco tendrá que ver con el duelo de Chapín en el que se impusieron los catalanes. «Eso ya pasó», aclara Esteban. «Ahora vamos allí, y en otras circunstancias porque nos jugamos muchísimo. Sabemos que sacar puntos allí es bueno. Es decir, no perder allí es bueno».

Salga a ganar o a empatar, lo que está claro es que Esteban tendrá que hacer variaciones en su once titular, pues no cuenta ni con Vicente Moreno -intocable en sus alineaciones- ni con Antonio Calle -que no venía apareciendo en los planes iniciales del Boquerón, pero que no puede jugar en Tarragona por doble motivo: su contrato de cesión le impide jugar contra el Nàstic y vio la semana pasada la quinta amarilla-. Por tanto, tendrá que tirar de banquillo, algo que no le preocupa en absoluto. «Dije hace tiempo que toda la plantilla es muy importante porque cuando hemos necesitado hacer un cambio lo ha hecho tan bien como el que era titular. Lo único que me preocupaba era que el que no estaba participando estuviera en las mejores condiciones. Ahora vamos a tener dos bajas y tenemos que meter a un par de jugadores y estoy convencido de que si los necesito el domingo van a estar muy bien porque están metidos dentro del grupo. Es verdad que cuando no participas mucho puedes estar molesto, de hecho alguno estará molesto porque creen que deben participar. Pero son ellos los que me lo tienen que demostrar durante la semana que soy yo el que me equivoco. Y me lo están demostrando. Cuando hago una lista siempre he tenido que dejar fuera a gente que está trabajando bien, pero ellos lo deben entender».

De hecho lo entiende, pues aparentemente la relación entre técnico y jugadores es de lo más fluida. «Yo tengo una forma», dice Esteban para explicar todo esto. «He vivido unas circunstancias que nada tenían que ver con el Xerez. En ningún club que he estado he tenido problemas económicos y tengo una forma de trabajar que me va bien. Es verdad que me siento como uno más de ellos, quiero saber sus problemas para saber si puedo ayudarles. Ellos no son tontos y lo valoran. Tengo una máxima en el fútbol porque a mí no me gustaba que me mintieran. Yo tampoco lo hago y ellos lo respetan y lo saben. El diálogo es constante. Saben todos los pasos que doy y yo sé todos los que dan ellos, excepto cuando salen por la noche a tomarse una copa, aunque me entero de todo».