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Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, atiende a los medios. / EFE
Deportes/Motor

Ferrari pone de su parte a toda la Fórmula Uno

Los equipos se posicionan contra la FIA tras una tensa jornada de reuniones

JOSÉ CARLOS J. CARABIAS
| COLPISA. MONTECARLOActualizado:

Ferrari ha puesto a las escuderías de Fórmula 1 de su lado. El órdago del equipo italiano de abandonar la competición si la Federación Internacional no cambia la normativa de 2010 relativa al tope de presupuestos (45 millones) encontró amplio eco en el paddock de Mónaco. Una tensa de jornada de reuniones se vivió en el Principado para desbloquear el laberinto de la próxima temporada.

«La gente dirá lo que quiera, pero una Fórmula 1 sin Ferrari no será lo mismo», dijo Felipe Massa, uno que siente los colores.

De buena mañana se sentaron a desayunar Flavio Briatore y Stéfano Domenicalli -los jefes de Renault y Ferrari- en el campamento de McLaren. Unidos por un interés, ambos convocaron a los patrones de todas las escuderías en un cónclave general en el Force Blue, el yate de Briatore atracado en el puerto monegasco. Diez equipos en la cubierta de la imponente embarcación en busca de consenso.

Hasta ayer, sólo había tres equipos -Williams, Force India y Brawn- dispuestos a aceptar la propuesta de la Federación Internacional (FIA) y su presidente, Max Mosley, de adelgazar la Fórmula 1 en presupuestos comprimidos. Una igualdad en tabla rasa: todos valen 40 millones sean cual sea su caché. McLaren -amordazado por la ristra de sanciones de la FIA- y BMW no se habían decantado con claridad. Renault, Toyota, Red Bull y Toro Rosso habían emprendido la misma senda que Ferrari: abandonar la Fórmula 1 si se les obligaba a pasar por el aro. Dos horas después, del barco de 63 metros de eslora salió una plataforma unánime. El presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, unió al rebaño con argumentos y de allí salió una propuesta común de la asociación de equipos (FOTA) hacia la FIA. Compromiso de reducción de costes, sí, pero sin una cantidad fija.

Mosley gana enemigos

La comitiva depositó su iniciativa unánime en la sede del Real Automóvil Club de Mónaco, donde esperaba el presidente de la FIA. Mosley comprobó con el gesto torcido cómo había cambiado el panorama. Todos las escuderías secundaron el plante de Ferrari. Y todas se mostraron dispuestas a abandonar la Fórmula 1 y crear un campeonato paralelo.

En el trasfondo de la jornada flotó siempre un dato imprescindible en este pulso de poder: las elecciones a la presidencia de la FIA, que se celebrarán en noviembre. Mosley salió airoso del escándalo del vídeo sexual, pero ha dejado un reguero de enemigos.