La inversión de los años del 'boom' ya permite el cambio de modelo
El capital productivo ha crecido el 106% desde 1994, el doble que el ladrillo
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl cambio en el patrón de crecimiento, postulado por el Gobierno como principal línea de acción para salir de la crisis, no exige modificaciones drásticas. Un estudio publicado por la Fundación BBVA, que realiza el seguimiento del capital y su distribución territorial en España, revela que, durante los años del boom económico, la inversión no se volcó en el ladrillo, como pudiera parecer, sino que se orientó en gran medida a las áreas productivas. Esa riqueza sigue ahí, y para lograr la mejora de la productividad bastaría aprovechar el potencial todavía en ciernes.
La base de datos que atesoran la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) ya permite analizar la evolución de la inversión realizada en España en la fase expansiva que discurrió entre dos periodos críticos: la depresión del bienio 92-93 y la actual recesión. Por sorprendente que parezca, entre los años 1994 y 2008, mientras los desembolsos en vivienda crecieron un 51% en términos reales, el capital productivo se incrementó el 106%.
En detalle, la intensa acumulación de capital residencial, que se incrementó a una tasa del 3,2% en términos reales en ese periodo, se vio claramente superada por los incrementos de la inversión en otros sectores: los activos de maquinaria y equipo aumentaron a un ritmo del 5,8% anual, las tecnologías de la información y la comunicación registraron un avance anual del 10%; los equipos de transporte crecieron el 6,6% en media por año; y hasta las infraestructuras públicas registraron un incremento del 4,2%, en promedio de cada ejercicio.
Para encontrar un drástico parón de la inversión hay que remontarse al periodo más reciente, apuntaron los autores, para precisar que, justamente en estos tiempos, la inversión en vivienda ha sufrido un parón aún más acusado que la del resto de los activos. El capital de la economía española tenía un valor total de 4,7 billones de euros al concluir 2007, y se había multiplicado por más de 7,5 veces en las últimas cuatro décadas. Sobre esa cifra, las viviendas representaban todavía algo más del 50% del neto acumulado, mientras el no residencial tenía un peso del 39,1% -1,82 billones de euros- en tanto el capital público no residencial representaba el 10,9% restante.
El mayor volumen de partida y la trayectoria de los precios -con las fortísimas revalorizaciones del inmobiliario, frente a la moderación de los bienes de equipo, o el abaratamiento de las tecnologías de la comunicación-, han contribuido a alimentar la falsa idea del ritmo de crecimiento real de los distintos tipos de activos.
De hecho, en la evolución de la inversión las dotaciones que más han aumentado en términos reales han sido las de equipos de transporte -que se han duplicado desde 1994- y las de maquinaria.