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El movimiento de las grúas es mínimo. La imagen es del miércioles. / FRANCIS JIMÉNEZ
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El sector portuario lamenta el retraso en la ampliación del muelle de mercancías

Los empresarios señalan que Cádiz juega con desventaja en esta crisis por sus infraestructuras y alertan de que Algeciras y Sevilla saldrán beneficiados

JAVIER RODRÍGUEZ
| CÁDIZActualizado:

La crisis golpea fuerte al puerto de Cádiz y su acvtividad ha caído un 30% en lo que va de año. Este periódico mostraba ayer como consignatarios, estibadores y transportistas daban la voz de alarma ante una situación insostenible. El puerto está a medio gas y los últimos datos estadísticos revelan que el tráfico portuario bajó en 2008 un 38,7%. Suma y sigue.

La primera conclusión de la radiografía pone de manifiesto que uno de los motores económicos de la Bahía se encuentra bajo mínimos por el descenso de las exportaciones y las importaciones. La incertidumbre planea ahora sobre los 17.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, que genera el puerto gaditano.

Los empresarios se preguntan qué hubiera pasado si el puerto de Cádiz contara en estos momentos con su ampliación y con mejores infraestructuras para el tráfico de mercancías. La respuesta es clara: «seguramente sería más competitivo que otros».

Coinciden en que el efecto de la caída es general en todos los puertos españoles, pero las consecuencias en Cádiz pueden ser más traumáticas a medio plazo. Juan Bernal, responsable de la Asociación Profesional de Empresas Marítimas de Cádiz, reconoce que de una crisis se sale más fortalecido «y Algeciras y Sevilla, por su situación y negocio, pueden arramblar con el tráfico de mercancías con Marruecos y Canarias», dos emblemas del negocio portuario gaditano.

Cádiz juega en desventaja. Los expertos señalan que no es un puerto cautivo, sino de paso. Esta expresión tan técnica tiene un amplio trasfondo y significa que la Bahía carece de depósitos de gas, plantas de combustible y grandes cementeras que obliguen a los barcos a cargar y descargar forzosamente como ya ocurre en el puerto de Algeciras. Es el negocio asegurado. Bernal aclara que los muelles gaditanos son terminales de paso y «para ser competitivos tienen que ofrecer buenos precios a los armadores y buenas infraestructuras, como la ampliación del muelle o el tren de La Cabezuela». En su opinión, la ampliación del dique de Levante para contenedores, que estará en 2013, llega con «demasiado retraso y falta aún el tren».

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz reconoce que la situación económica es «delicada», pero garantiza las inversiones previstas. Su presidente, Rafael Barra, confirmó a LA VOZ que el concurso para adjudicar las obras de ampliación de la primera fase del dique de Levante saldrá a final de este año y permitirá ganar al mar 20 hectáreas de terreno a golpe de relleno. Aquí se instalará la nueva terminal de contenedores, que despejará la actual, en el muelle Reina Sofía. Pese a todo, el puerto goza aún de capacidad de endeudamiento para solicitar los créditos que necesitan algunas de sus obras.

Desde la Terminal Polivalente de Cádiz (TPC) se ha puesto de manifiesto la dureza de la crisis. Fuentes consultadas por este periódico señalan que el transporte de coches entre Cádiz y Canarias ha caído en picado. Si antes se cargaban una media de 400 turismos a las islas y venían otros cien, el flujo ahora es de 40 y «el barco vuelve vacío». Esta situación ha llevado a la empresa a pactar expedientes de regulación temporal de empleo. Así, en 2008 se pagaron 648 jornales de paro, es decir, horas al día por las que no se ha trabajado. Sin embargo, en el primer trimestre de este año, ya van por 900.

El presidente de la Cámara de Comercio de Cádiz, Ángel Juan Pascual, es consciente del parón de la actividad portuaria y señala que la situación es «preocupante», por ejemplo, en La Cabezuela, donde los embarques de clinker, un derivado del cemento, han desaparecido. Cádiz era un puerto para trasbordar este material procedente de China y distribuirlo por el resto de Europa.

Las esperanzas están puestas ahora en la nueva terminal ro-ro, que se abrirá en el muelle Marqués de Comillas a la vuelta del verano, así como, en la de contendores, que es la obra más ambiciosa del puerto y que permitirá el atraque de grandes barcos de mercancías al tener un calado de trece metros.