La Cámara de los Comunes frena los casos de picaresca
El Parlamento británico pretende limitar y aumentar la transparencia de los gastos de sus diputados
| CORRESPONSAL. LONDRES Actualizado: GuardarLa Cámara de los Comunes británica debatió ayer una reforma del sistema de compensación de gastos a los parlamentarios que será introducido provisionalmente con el apoyo de todos los partidos. Pero la secuela del escándalo sobre el abuso con las facturas es que los conservadores exigen elecciones anticipadas a Gordon Brown.
La reforma pone límites y aumenta la transparencia en los gastos de los parlamentarios por su segunda vivienda, que son los que han desvelado, al publicarse, la picaresca de muchos diputados para facturar por mobiliario de lujo o por trabajos de jardinería. Esos gastos ahora serán suprimidos. Los diputados podrán facturar al Parlamento un máximo de 1.400 euros mensuales por la renta o el pago de los intereses de la hipoteca de su vivienda. Y tendrán que explicar nítidamente cuál es su segunda vivienda, porque se ha descubierto que algunos la turnaban nominalmente para cobrar más o beneficiarse de su venta, desgravada.
Las nuevas normas quieren evitar la repetición de algunos casos de estos días, como el de los conservadores Andrew McKay y Julie Kilbride, que están casados pero pedían por separado compensación por su segunda vivienda, con lo que el contribuyente acabó pagándoles las dos que tienen. Los casados tendrán ahora que decir dónde viven juntos.
Temores
Para evitar lo que ya hicieron dos diputados laboristas -cobrar por intereses de hipotecas que ya habían pagado-, se advierte lo obvio, que eso está prohibido, pero sobre todo se anuncia que los gastos reclamados por los parlamentarios se publicarán trimestralmente. Y se promulga que cuando un gasto le sea rechazado, el diputado en cuestión no podrá apelar.
El escándalo, que se ha cobrado ya la dimisión del presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin; la de un secretario de Estado, la suspensión de militancia de varios diputados y el anuncio por otros de que no se presentarán a las próximas elecciones, quizás se diluya ahora hacia las agrupaciones locales de los partidos. Allí se da el visto bueno a los candidatos para los comicios y los parlamentarios cazados con facturas chocantes tendrán que explicarse ante los enfadados militantes de base para ganar de nuevo su confianza.
Como el torbellino del escándalo parece que ya ha pasado, el conservador David Cameron se sube a su estela. Ayer acosó de nuevo en los Comunes al primer ministro, Gordon Brown, pidiéndole la convocatoria de elecciones anticipadas. El premier dice que no, que la población quiere que se reforme el reglamento parlamentario y se haga frente a la crisis económica. Pero la tormenta, aunque afecta a todos los partidos, crea el aire de fin de régimen al mandato de Brown, quien no quiere elecciones porque las teme.
Tras un primer ensayo en noviembre, el Sajil ya es una realidad. Este misil fabricado íntegramente en Irán, sin componentes norcoreanos o rusos y con una capacidad de dos mil kilómetros -suficiente para alcanzar enemigos como Israel o bases estadounidenses que rodean a la república islámica- fue probado con éxito ayer desde la provincia de Senman, al norte del país, hasta la que viajó el presidente, Mahmud Ahmadineyad, para apadrinar el lanzamiento.
Pese al fuerte embargo internacional, Teherán ha demostrado en los últimos meses que su tecnología balística mejora y tras poner su primer cohete en órbita en febrero, ayer volvió a mostrar a la comunidad internacional su autonomía para crear un arma «más rápida, precisa y con mayores posibilidades de lanzamiento» que el hasta ahora conocido misil Shahab3, según los expertos.
El Sajil, nombre extraído del Corán, formará parte del «arsenal disuasorio» de Irán y sólo será utilizado «en caso de sufrir una agresión», como desveló el ministro de Defensa, Mostapha Mohammad Najar, hace seis meses. Ahmadineyad está a punto de iniciar la campaña electoral, de cara a su posible reelección en los comicios que se celebrarán 12 de junio. El ex primer ministro Husein Mousavi, el ex portavoz del Parlamento, Mehdi Karroubi, -ambos reformistas- y Mohsen Rezai, antiguo comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, competirán por la jefatura del país.