Condenan a 17 años a un policía nacional retirado por abusar de dos de sus hijos
Las víctimas, que tenían ocho y nueve años, sufrieron tocamientos y penetraciones anales entre 2005 y 2006
| CÁDIZ Actualizado: GuardarDos meses después de celebrarse la vista oral en la Audiencia Provincial, la Sala Tercera comunicó ayer la sentencia que condena a un policía nacional retirado, vecino de Cádiz, a 17 años de prisión por abusar de dos de sus tres hijos. El testimonio de los menores, que lo realizaron por videoconferencia, es «la prueba fundamental» sobre la que se asienta el fallo. Las víctimas siempre han mantenido el mismo relato y pasaron el filtro de los peritos forenses, que descartaron que fuera fabulaciones, rubricando en el juicio que eran declaraciones verosímiles. Sólo una psicóloga, cuyo peritaje fue solicitado por la defensa, discrepó de ese dictamen. Pero su informe carece de «consistencia» para los magistrados.
Los abusos se circunscriben a un periodo concreto, entre diciembre de 2005 y enero de 2006. Por esas fechas las víctimas tenían ocho y nueve años. En el capítulo de hechos probados, la sentencia indica que J. T. C. había mantenido una relación sentimental de 12 años con la madre de los menores, fruto de la cual nacieron tres varones. En el año 2000 la pareja se separó y en 2001 un juez otorgó a la madre la guarda y custodias, estableciendo un régimen de visita para el progenitor.
Los abusos se cometían cuando el procesado tenía en su casa a los dos pequeños y cesaron en el momento que los menores se lo contaron a su madre. Tanto en la fase de instrucción como en el juicio, las víctimas relataron que el condenado les introducía un dedo en el ano cuando los bañaba y que también se acostaba con ellos desnudo y les frotaba los genitales. Al principio guardaron silencio porque su padre les había dicho que si decían algo, él iría a la cárcel.
La versión que ofreció J. T. fue negar la mayor y achacar la denuncia de sus hijos al proceso de separación convulso que había mantenido con la madre, con la que había cruzado varias denuncias. Sólo reconoció que les tocaba la zona del ano, pero para aplicarles una crema contra la irritación. Sin embargo, a los magistrados «no les consta» que los menores fueran conscientes de los entresijos de la separación. Valoran también las secuelas psicológicas que padecen los menores, que sufren alteraciones del sueño, cefaleas y trastornos de estrés traumáticos.
La acusación particular también culpaba al procesado de haber tratado de agredir sexualmente al hijo mayor, pero su declaración en el juicio «fue tan imprecisa», según la sentencia, que los magistrados no han hallado prueba para condenar al padre, quien también ha sido absuelto de los delitos de lesiones y maltrato habitual.
Además de los 17 años de prisión por dos delitos de abuso sexual -ocho años, seis meses y un día por cada delito-, J. T. C.deberá indemnizar a cada hijo con 12.000 euros. El tribunal le ha retirado también la patria potestad y le ha impuesto una orden de alejamiento durante diez años.
La condena está lejos de lo solicitado por la Fiscalía y la acusación particular que entendían que los hechos deberían ser tipificados como agresiones sexuales. La fiscal pidió una pena de 31 años y el abogado de los menores la elevó hasta los 39. El fallo no es firme, pero el tribunal mantiene el alejamiento dictado en 2006 para no poner en riesgo a los niños, ya que el padre está en libertad provisional.
stubio@lavozdigital.es