Sociedad

En una encrucijada moral

Aído aseguró ayer que considerar ser humano a un feto de 13 semanas carece de base científica El revuelo suscitado le hizo matizar sus palabras

| MADRID Actualizado: Guardar
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La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, admitió ayer que el candente tema del aborto «lleva a encrucijadas morales». Pero añadió: «Al Gobierno no le compete el ámbito de los sentimientos, sino garantizar la máxima seguridad jurídica» a las mujeres que se ven en ese trance. No sabía que poco después ella se iba a colocar en el centro de ese conflicto ético al hilo de sus declaraciones en una emisora de radio. Al ser preguntada por un oyente si un feto de trece semanas es un ser vivo, ella respondió: «Un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tiene ninguna base científica».

La caja de los truenos se abría. Inmediatamente la plataforma Derecho a Vivir (DAV), la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas, E-Cristians y Foro de la Familia, entre otras, criticaron duramente sus palabras. Una «brutalidad», una ministra «incompetente» y la petición de dimisión fueron algunas de las reacciones. Se pronunciaron al respecto médicos, científicos, expertos en bioética e incluso académicos de la RAE tratando de dilucidar cuándo empieza el ser humano o cómo puede definirse a un feto de 13 semanas de gestación. Opiniones, era de esperar, las hubo todas.

Aclaración

Ante el revuelto suscitado, Aído matizó sus palabras: «No hay evidencia científica para decir que es un ser humano ni para no decirlo y me baso en el manifiesto que han elaborado los científicos», aclaró a Europa Press. La titular de Igualdad hizo referencia al texto 'En contra de la utilización ideológica de los hechos científicos', un contramanifiesto a la Declaración de Madrid firmado por 1.955 profesionales, entre los que figuran el premio Príncipe de Asturias, Ginés Morata. Según se desprende de él, «el momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana». «Esto entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas», añade.

En cualquier caso, Aído dijo entender las reticencias y dudas que la nueva ley del aborto suscita en mucha gente, incluidos entre compañeros. Indicó que lo idóneo sería que en las familias se diera el clima idóneo «de respeto mutuo, y que las chicas que tomen esta importante decisión lo hagan acompañadas por sus padres y su círculo íntimo».