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Aiestarán con el toro de Kukuxumusu. / LA VOZ
KOLDO AIESTARÁN COFUNDADOR DE KUKUXUMUSU

«Siempre hacemos lo que nos divierte a nosotros, no al cliente»

El directivo pamplonés explicará hoy en la Cátedra de Emprendedores de la UCA el 'milagro' del 'beso de la pulga'

FRANCISCO APAOLAZA
| CÁDIZActualizado:

Una buena idea sin pretensiones, «sin estudios de mercado», como el manzanazo de Newton o el baño de Arquímedes. Así decidieron en 1989 Mikel Urmeneta, Gonzalo Domínguez y Koldo Aiestarán vender sus camisetas en San Fermín, con unos curiosos monigotes gamberros que contaban la fiesta y tradiciones sin el barniz de los souvenirs de la época. Pidieron un millón de pesetas cada uno al banco y vendieron 3.000 camisetas sin un plan de preventa. Sin nada. Eureka. Veinte años después venden un millón de camisetas cada año y decenas de líneas de productos más en 20 tiendas y un millar de distribuidores autorizados. Esta mañana, Koldo Aiestarán (Pamplona, 1966) acude a Jerez a explicar el milagro del beso de la pulga (traducción del euskera Kukuxumusu) y su modelo de negocio que ha cambiado la manera de hacer souvenirs en medio mundo.

-¿Qué hacía antes de formar parte de Kukuxumusu?

-Acabé la carrera de Diseño Industrial en Barcelona y trabajé quince días en una empresa. Me echaron.

-¿Cuál es la clave del beso de la pulga?

-El nuestro no fue un proyecto que resulta de la fusión de grandes capitales, sino que surge de la amistad y del deseo de hacer unas camisetas para dalr una vuelta a la imagen de San Fermín. Lo importante han sido nuestros valores, la amistad, creer en lo que hacemos y unos principios muy claros.

-¿Cuáles son?

-Hacer siempre lo que nos apetecía. Si hacemos eso y lo hacemos bien, a la gente le gustará. Siempre hacemos lo que nos gusta a nosotros, no al cliente. El márketing busca saber qué quiere el cliente para satisfacer sus necesidades y nosotros le damos la vuelta a ese principio. No les miramos a ellos, sino a nosotros mismos. A veces hay cosas que no gustan, pero sabemos que son iniciativas minoritarias que también nos hacen ilusión.

-¿Cómo se han convertido en un gigante?

-No es para tanto. Si nos compara con los gigantes textiles seguimos siendo el beso de la pulga.

-¿Cuándo se dan cuenta de su éxito?

- Nacimos sin pretensiones, como un proyecto de tres colegas y no hay un momento concreto, sino que llega poco a poco. Hacemos diseños locales, otros más universales, es algo que ha ido creciendo y gustando a más gente. Nos preguntan a quién nos dirigimos. ¿A los niños? Si. ¿A los adultos? ¿A los viejos? ¿A los curas? Sí, nos dirigimos a todo el mundo. Es raro, ahora que todos buscan un nicho de mercado nosotros hacemos algo más libre, para todo tipo de pelajes. Digamos que hemos credido dando pasos sin poner en riesgo lo que había antes.

-¿Cómo se justifica hacer camisetas del encierro y al mismo tiempo las de PETA, la asociación anti-encierro?

-Kukuxumusu no se pone a favor de casi nadie, en todo caso del perdedor, así que en nuestros encierros el toro siempre sale victorioso. La de PETA nos parece una forma de pensar respetable y nos pareció bien ayudarles. Algunas veces sí que nos hemos negado a promocionar algunas iniciativas que conllevan violencia.

-¿Qué le parecen algunos proyectos en otras ciudades muy parecidos al suyo?

-Es lógico. Estamos en un mundo en el que todo sucede muy rápido y hay que reírse de uno mismo. Esa es nuestra idea, así que es lógico que la hayan tomado otros.

-¿No es una contradicción la envergadura de su empresa con el carácter alternativo o gamberro de sus diseños?

-No. Los principios son los mismos que cuando empezamos. Crecer se ha convertido en algo casi obligatorio. Nacen nuevos proyectos que suplen a otros que se caen. Crecer es una forma de vida y Kukuxumusu lo hace por sí mismo, aunque hay veces en que nos planteamos en parar y decimos ya basta.

-Cádiz tiene fama de reírse de sí misma. ¿Debería de explotar más su ingenio empresarialmente?

-Bueno, los gaditanos se lo pasan bien y ya está. Lo hacen muy bien, pero no es cuestión de explotar así las particularidades.

-¿Empresa y cultura son compatibles con la crisis?

-No sabemos qué va a pasar. Pero seguro que después viene algo y el arte saldrá reforzado con nuevas formas.

apaolaza@lavozdigital.es