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Más de la mitad de los adolescentes prefiere el botellón para beber alcohol
| CÁDIZ Actualizado: GuardarPoco resultado ha dado la amenaza de multa a jóvenes y locales por el problema del botellón. Los adolescentes consumen alcohol de forma habitual aunque tengan que ingeniárselas para conseguir la bebida y buscar un sitio en el que esté permitido beber en la calle. Casi el 70% de los estudiantes de Enseñanza Secundaria Obligatoria de la provincia reconocen que toman alcohol y más de la mitad prefieren el botellón a otros lugares como discotecas o pubs. Así lo constata el Estudio sobre Comportamientos de Riesgo en Estudiantes de ESO de Andalucía, que ha realizado el Grupo de Investigación Social de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Jerez.
La provincia se sitúa entre las primeras en la afición al botellón. El buen tiempo y la proximidad de la costa propician esta práctica, cada vez más perseguida por las molestias de ruido y suciedad que provoca.
Lo que ofrece como alternativa son las discotecas light, como la que organiza en el Colegio Salesianos de Cádiz, a cargo del Ayuntamiento, pero no tienen la acogida deseada.
¿Dónde lo consiguen?
El estudio de la Escuela Universitaria que dirige el profesor José Rodríguez Carrión, recoge que los menores realizan la compra en pequeños establecimientos. Un 60% lo hacen en tiendas de este tipo, que no suelen pedir el carnet y es más fácil hacerse con el alcohol. Otro 25,7% dice hacerlo en supermercados y apenas un 9,5% compra en grandes superficies.
Del total, un 9,3% reconoce haber tenido un problema con el consumo, sobre todo por conductas violentas y el dato más alarmante es que «sólo uno de cada cuatro de los que beben dicen que no haberse emborrachado nunca». Un dato curioso cuando los alumnos del último curso de ESO apenas han cumplido los 16 años.
¿Y las drogas?
Respecto al consumo de drogas, sólo reconoce tomar sustancias ilegales el 6,5% -la mayoría en fines de semana- y cuando son preguntados por la razón, aseguran que es por placer, mientras que el 16% dicen que es para olvidar.
El acceso a estupefacientes lo consiguen por «colegas», dice el estudio. En ningún momento admiten que puedan encontrarlo en las zonas de botellón ni cerca de los institutos.
La edad media para iniciarse es a los 14 años, lo que coincide con el estudio realizado por la Diputación también en distintos centros educativos de la provincia. La principal sustancia es el cannabis, fundamentalmente hachís. Para el tabaco los años bajan a casi 13 y comienzan a ser fumadores en los propios institutos «por probar» y porque sus amigos lo hacen.
Al contrario que en el consumo de alcohol y drogas ilegales, en el caso del tabaco las mujeres toman la delantera con un 55,8%, frente al 44,2% de los chavales. La principal influencia para iniciarse en el consumo de estas sustancias adictivas es «por los amigos», fundamentalmente. Aunque cabe destacar que un 19% reconoce que se han visto influenciados por sus padres.