Feria en Chapín
El Xerez logra el séptimo triunfo seguido ante un Castellón ambicioso Mario Bermejo logra su décimo gol y acerca a los azulinos al ascenso
| JEREZ Actualizado: GuardarSufriendo también se llega a Primera. La afición del Xerez sabe de sufrimiento: exilios, juegos políticos, presidentes que no cumplen, entrenadores prepotentes y desidia sobre el césped. En 62 años los xerecistas han vivido de todo, pero ayer pudieron notar lo mejor que se puede sentir: la Primera. Una afición de Primera necesita ya un equipo en Primera, pero las matemáticas crueles impiden, de momento, que ayer la plaza del Caballo viviera un lleno monumental. El Xerez volvió a ganar, con sufrimiento y suspense, pero ganó y se acerca al ascenso, a Primera. Siete de siete, como reza una tradicional caseta de la Feria, y directos a la Liga de las estrellas.
El ambiente festivo y eufórico no mermó la concentración xerecista. Y eso que los azulinos volvían a saltar al campo con la presión añadida de los resultados dados el sábado. Ni el recibimiento masivo de los aficionados agolpados a las puertas de Chapín sacaba de la concentración a los pupilos de un Esteban que no ofreció sorpresa alguna en el once inicial.
El Xerez quiso prolongar la alegría de la grada en el césped y comenzó mandando, pese a que el primer acercamiento lo tuvo el Castellón con un testarazo de Mora que acabó lejos de la portería azulina. Pero la réplica no se hizo esperar y Moreno a punto estuvo de inaugurar el marcador en un saque de falta botado por Abel, aunque el remate del valenciano casi lame el palo de la meta defendida por Carlos Sánchez. El líder tiene una fórmula infalible para aburrir al rival y el trivote comenzó a tocar, tocar y volver a tocar, haciéndose con el mando del balón, pero no con el peligro, ya que era Nsue el que hacía enmudecer a la grada con un lanzamiento lejano que mandó a córner Chema en una gran intervención. Dominio azulino, pero ocasiones para los orelluts, mala mezcla.
Sin suerte, pero con gol
Paco Herrera llegó a Chapín con la lección bien aprendida e intentaba ahogar el juego azulino inundando la medular de jugadores. Obligaba al Xerez a jugar por banda, apostando por la velocidad de Carlos Calvo y Momo, quien pisó la cal para poner un balón de gol a Francis que no subió al marcador gracias a una gran intervención de Carlos Sánchez, quien segundos después volvió a sacar un balón a Moreno. Pero el líder desea la Primera, y un minuto después fue Carlos Calvo el que lo intentaba, controlando mal cuando ya se encontraba solo ante el portero rival. Tres ocasiones claras para liderar el luminoso de Chapín en sólo dos minutos, pero el líder que siempre chocaba ante el portero del Castellón.
Pero ni las jugadas por banda del Xerez, ni las intervenciones de Carlos Sánchez, ni las ocasiones de gol de los azulinos podían ser protagonistas si el manchego Pino Zamorano está sobre la hierba. El trencilla se empecinaba en animar al personal con una actuación prepotente, mala y rigurosa en cada acción. No quiso ver una mano clara de Mora en el área y cargó a los azulinos de tarjetas. Recital del hombre de negro que no sabía que en la casa del líder quien manda es el gol, y ese era del Deportivo. Corría el minuto 38, Momo sube por banda y asiste de manera perfecta a un Mario Bermejo que de fuerte testarazo puso el primero en el marcador, el décimo del cántabro que se volvió a poner la capa de superhéroe.
Tras el descanso, y pese al gol, el ritmo no cesaba y el Xerez volaba sobre el verde de Chapín gracias al apoyo de la afición, aquella de la euforia añadida y ahora más que nunca jugador número doce de los xerecistas. Paco Herrera movió ficha sacando al malagueño Mario Rosas, mientras que el Xerez hacía lo propio, pero en el campo y con un tiro de Abel Gómez que se estrelló en el palo y que no supuso de milagro el segundo de los xerecistas. Un tanto que tampoco pudo sumar Martí Crespí, que remató en situación antirreglamentaria, según las indicaciones del auxiliar de Pino Zamorano.
Pero los visitantes se dieron cuenta de que podían soplarle la oreja al líder y con Mario en el campo comenzó a tratar mejor el balón. Era peligroso darle respiro al Castellón, pero los minutos pasaban, el calor pesaba y Pino Zamorano seguía haciendo de las suyas sacando de sus casillas al personal. Y con el nerviosismo los albinegros, ayer de rojillos, se estiraba sobre el terreno de juego en busca del empate. Para colmo de males, Mario Bermejo se rompe en una cabalgada hacia el área rival y tiene que ser sustituido por Antoñito, el héroe del año pasado ante el conjunto de La Plana.
Pero hasta el rabo todo es toro y el Castellón quería su premio. Pasado el ecuador de la segunda mitad llegó la ocasión más peligrosa de los orelluts, que llegó con un fuerte disparo de Nsue que sacó Chema casi sin visión. Paradón del alicantino que incluso fue aclamado por la grada tras la intervención. Mientras, Esteban sacrificaba la banda izquierda para aguantar los embistes visitantes y frenando los ataques con mucho músculo en la medular y genio en el ataque. Lo importante era sacar el triunfo a costa del espectáculo, haciendo realidad el ascenso cuanto antes. Y casi que lo acercó carlos Calvo en una gran jugada colectiva de los jugones que acabó con un lanzamiento del madrileño al palo derecho de Sánchez, segundo de la tarde. El suspense se iba a mantener hasta el final, con los azulinos replegados y saliendo a la contra. Pero el líder juega dopado con la mejor de las drogas, el ánimo de su afición. Cuando fallaron las piernas surgió el espíritu de Chapín, ese que produjo el milagro de la permanencia y que ayer dejó claro que con una afición de Primera, no se puede más que tener un equipo en Primera.