Julián Simón, ganador de la prueba de 125 cc. (izd) y Jorge Lorenzo, triunfador en Moto GP. / AGENCIAS
Deportes/Motor

Las carreras no son una ciencia exacta

Después del Gran Premio de Francia volvemos a tener a tres pilotos españoles mandando el Mundial en cada una de sus categorías

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Ha sido una carrera completamente marcada por las difíciles condiciones climatológicas, porque no sólo la lluvia ha influido, también había una temperatura muy baja que impedía que los neumáticos trabajaran adecuadamente y el asfalto estaba muy frío. En esta circunstancias hay que reconocer que nuestros pilotos del Pepe World Team no han tenido la destreza que se debería tener, porque en estas condiciones hay que llegar al final de carrera sin sufrir incidentes, aunque hay que reconocer que ayer resultó muy complicado.

La mayoría de los pilotos de las pequeñas categorías se han caído, algunos hasta dos y tres veces; creo que sólo ha habido nueve pilotos en 125 que no han tenido incidentes, y ocho en 250, y eso quiere decir que han tenido que hacer frente a un circuito verdaderamente complicado, con un asfalto muy difícil y deslizante que ha provocado tantísimas caídas.

Esta situación excusa en parte a los pilotos, pero también ensalza a los que han llegado al final sin cometer errores, que era lo fundamental. Situaciones como ésta son las que marcan la diferencia entre los que están en condiciones de luchar por un título y los que no, y eso se ha puesto de manifiesto ayer en el Gran Premio de Francia.

En Le Mans hemos tenido todo tipo de condiciones: seco y mojado, zonas con un carril seco en medio de una pista húmeda, y eso es muy complejo de gestionar.

Jorge Lorenzo creo que ha hecho una carrera muy inteligente, ha sabido manejar muy bien una situación difícil: ha sido rápido, ha tomado los riesgos oportunos, ha actuado con inteligencia al ser el último de los líderes en cambiar de moto, y por todo eso ha sabido sacar partido a la complicada situación de la carrera de ayer.

Creo que Valentino Rossi paró demasiado pronto y no tuvo tiempo de calentar adecuadamente el 'slick', porque se salió en la primera pasada por la 'chicane', casi sin que el neumático hubiera cogido temperatura. Jorge Lorenzo ha tardado en parar y ha aprovechado al máximo todas las condiciones: primero porque supo emplearse a fondo con ambos neumáticos, tanto con el de agua como con el de seco, y segundo porque ganó tiempo a sus rivales en el 'box' mientras él seguía en pista.

Dani Pedrosa también hizo una gran carrera, pero también paró demasiado pronto, como Rossi, y creo que eso le ha perjudicado; si hubiera parado más tarde y hubiera aguantado más tiempo con los neumáticos de agua le habría ido mejor, y quizás, no ya llegar a la primera posición, donde Lorenzo estaba muy asentado, sino que al menos podría haber optado al segundo puesto. En cualquier caso, el tercero es un buen resultado.

Como lo es el segundo de Marco Melandri y la Kawasaki, lo cual no deja de ser sorprendente. Melandri ha parado dos vueltas más tarde que Dani Pedrosa, y mientras el piloto de Honda rodaba con neumáticos 'slicks' con la pista húmeda, Lorenzo y Melandri, con gomas de agua, eran mucho más rápidos que él, y ahí ha estado el tiempo que ha marcado la diferencia entre Jorge Lorenzo, Marco Melandri y Dani Pedrosa. Ese tiempo perdido en las vueltas que Pedrosa dio con neumático de seco con pista húmeda no lo pudo recuperar.

Apretados

En cualquier caso, el campeonato se pone emocionante y cobra una nueva dimensión porque los cuatro primeros clasificados, Jorge Lorenzo, Rossi, Stoner y Pedrosa, se encuentran en una situación muy apretada, separados por tan sólo nueve puntos, que no es nada, cuando quedan trece grandes premios por disputarse. El campeonato está muy igualado y se pone muy interesante.

La diferencia es escasa, hay alternancia de posiciones, cambios en el liderato en cada carrera, hemos visto cambios de moto en la carrera, que es algo muy vistoso, y en su conjunto el espectáculo es de gran plasticidad, por encima de lo que podíamos esperar de una carrera en mojado.

Además, nuevamente el Gran Premio de Francia ha sido seguido por una enorme multitud de aficionados y ha resultado muy interesante. Volvemos a tener tres pilotos españoles mandando en el Mundial en sus tres categorías. En 250 hay que aplaudir la inteligente carrera de Álvaro Bautista, puesto que hacer cuarto en estas circunstancias es un resultado perfecto, y eso le permite ponerse primero de la clasificación otra vez.

Héctor Barberá, por desgracia, se cayó, pero se mantiene tercero en el Mundial. Si se hubiera mantenido sin errores podría haber sido cuarto o quinto de carrera, y eso le habría permitido recuperar terreno a Aoyama. Pero las carreras de motos son así, nada es matemático ni se puede anticipar como será antes de que comiencen.

Si el motociclismo fuera más fácil seguramente no tendría el interés ni despertarían la pasión que despiertan las carreras entre los aficionados.