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Difunden fotos sobre torturas en Irak que Obama se había esforzado en vetar

MIKEL AYESTARAN
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No todo es glamour y aplausos en torno a la figura de Barack Obama. Una cadena y un rotativo australiano, además del diario británico 'The Daily Telegraph', hicieron públicas quince de las dos mil imágenes que la Administración demócrata prefiere mantener como material clasificado para no provocar una nueva oleada antiamericana en Oriente Próximo. Se trata de fotografías que muestran torturas y malos tratos llevados a cabo por el Ejército de EE UU en la cárcel de Abu Ghraib, que estos medios compraron en 2006 y que han sacado a la luz coincidiendo con la decisión de Obama de recurrir su desclasificación, tal y como exigió la Asociación Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).

Prisioneros desnudos y ensangrentados, un hombre con un mensaje grabado en las nalgas que dice «soy un violador» en inglés, un prisionero esposado y babeante, otro con el cuerpo lleno de excrementos, otro colgado con la cabeza boca abajo y sin ropa. Imágenes que muestran al mundo uno de los episodios más aberrantes de la guerra de Irak y que ponen en entredicho cualquier guerra en nombre de los derechos humanos por parte de EE UU. Las fotos ya son públicas y se suman a la gran colección que salió a la luz tras estallar el escándalo de Abu Ghraib, que marcó un antes y un después en la guerra que defendía el Gobierno de George Bush.

Junto a la publicación de las caricaturas del profeta Mahoma en Dinamarca, las torturas de Abu Ghraib significaron el declive de la campaña estadounidense en Oriente Próximo. Un declive que se ha extendido al Lejano Oriente y que logró despertar un marcado sentimiento antiamericano en otros países como Pakistán o Afganistán.

Estas fotos llegan a la opinión pública en un momento complicado en el que Obama ha sorprendido a la opinión pública anunciando que se restablecen las comisiones militares en Guantánamo, un sistema de justicia extraordinario denunciado por las organizaciones de derechos humanos y criticados por Obama durante la campaña electoral, contra algunos de los detenidos en Guantánamo.