Juan Fernando López Aguilar apela a la movilización del voto progresista, especialmente el de los jóvenes. / J. R. LADRA
JUAN FERNANDO LÓPEZ AGUILAR candidato del psoe a las elecciones al parlamento europeo DIRECTIVA EUROPEA NUEVA MISIÓN

«En política uno no hace lo que quiere, sino lo que debe»

«Europa ha estado escorada a la derecha los últimos cinco años, pero eso podemos cambiarlo el 7 de junio»

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Juan Fernando López Aguilar acaba de ser padre de gemelos y por fin se ha permitido un parón mínimo en su ajetreada vida de candidato. El hiperactivo cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo lleva a sus espaldas una media de tres actos diarios desde que comenzó la precampaña. Un ritmo que no le es extraño: además de diputado nacional, es secretario general de los socialistas canarios.

-¿Cuántas horas al día trabaja?

-Todas.

-O sea, ¿más de 45 semanales e incluso más de las 65 que propuso la directiva europea a la que ustedes se opusieron?

-De lejos. Pero no las recomiendo ni mucho menos las exijo. Creo que los horarios de trabajo deben estar ajustados, pero de un tiempo a esta parte me hago cargo de las esperanzas de mucha gente, por lo tanto me exijo más de lo que le exijo a nadie.

-¿Y no se siente explotado por su jefe, Zapatero?

-No. En todo caso, ésta es una opción personal mía.

-Convenza a los españoles de que estas elecciones son importantes.

-Somos ciudadanos europeos y nos conviene ejercitarlo porque Europa se hace contando con nosotros o pasándonos por encima. Éste es un mensaje que dirijo con especial energía a la gente joven.

-¿Cómo pueden mantener que votar PSOE es distinto de votar PP si comparten criterio en directivas como las de las 65 horas o el retorno de emigrantes?

-No es cierto. Eso podría explicarse, pero diré que esas directivas han sido promovidas por unos consejos de ministros y una Comisión marcadamente conservadores. Es al Ejecutivo bicéfalo de la UE a quien corresponde la iniciativa legislativa; el Parlamento, en cambio, tiene la última palabra. Por la composición de los gobiernos de los estados miembros, esos órganos han estado escorados a la derecha durante los últimos cinco años. Eso podemos empezar a cambiarlo el próximo 7 de junio.

-Pero Zapatero apoya la continuidad del actual presidente de la Comisión, el conservador José Manuel Durao Barroso...

-Barroso ha sido el presidente de la Comisión que resultó de la composición del Parlamento de 2004 y de la correlación de fuerzas de los gobiernos europeos. Hemos convivido con él, pero el día 7 empezamos a escribir una nueva página. La decisión ahora la tienen primero los ciudadanos y después los estados.

-¿Quiere decir que a usted le gustaría otro presidente?

-Eso está por escribir. Yo voy a escuchar el veredicto de los ciudadanos. Pero los socialistas europeos estarían encantados con una Comisión de mayoría progresista y con un presidente de Comisión progresista.

-¿Ir al Parlamento europeo es para usted un sacrificio más por su partido?

-No simplifique. Vivimos en un mundo global y ese mundo necesita una Europa más fuerte que nunca. Es un honor que el partido nos concede a los compañeros y compañeras que vamos en las listas.

-¿A qué se refería entonces con eso de «Zapatero a todos nos ha hecho alguna faenita»?

-Lo dije con una sonrisa distendida y cargada de ironía para responder a ese viejo lugar común que pretende que quienes vamos en las listas del Parlamento Europeo estamos siendo catapultados al espacio exterior o a un cementerio de elefantes. Hemos sido distinguidos con una confianza. Si en eso consiste hacerle a uno una faenita, imagino que José Luis Rodríguez Zapatero nos la habrá hecho a todos. Ejerce su liderazgo, que consiste en proponer a las personas en quienes confía los cargos que considera convenientes.

- Si pudiera elegir, ¿dónde le gustaría estar?

-Me gusta dibujar, pintar, nadar, tocar 'rock and roll', la guitarra en todos sus registros... Pero la vida no puede consistir solamente en eso. Me gusta leer y escuchar, mucho más que hablar, pensar por cuenta propia y firmar lo que pienso; tengo extensa obra publicada. Pero uno está para hacer trabajo de equipo y sumar con otras personas que te merecen tanto respeto como tú. En política uno no hace lo que quiere sino lo que debe. Es sentido del deber como no conozco otro.

-¿Su grado de lealtad es tal que iría allá donde le diga Zapatero?

-No. Mi lealtad no es con José Luis Rodríguez Zapatero sino con el presidente del Gobierno y con el secretario general, con la persona que está en la silla caliente, que es la más difícil de todas, y necesita mucho apoyo. Yo se lo presto.

-¿Usted concibe esta encomienda como un viaje de ida y vuelta? Los eurodiputados no suelen volver a la política nacional.

-Desmiento. Miguel Arias Cañete o Ana Palacio estaban en Bruselas cuando fueron nombrados ministros.