Psicólogos y educadores creen que la píldora potscoital será un anticonceptivo habitual
Los expertos consideran que los jóvenes no tienen la información suficiente sobre los efectos que puede provocar el uso del fármaco Algunos centros de la provincia rechazan impartir educación sexual
| CÁDIZ Actualizado: GuardarDesde que el Ministerio de Sanidad informara de que la popularmente conocida como píldora del día después se podrá adquirir en las farmacias sin necesidad de receta médica y sin límite de edad ha surgido un acérrimo debate sobre sus ventajas e inconvenientes. Una de las preguntas que más preocupa a la sociedad es saber si los jóvenes están preparados para un uso responsable de tal medicamento.
Varios expertos de la provincia consideran que es muy probable que esta medida traiga serios problemas a los adolescentes por una razón muy sencilla: «no cuentan con suficiente información para tener conciencia de los perjuicios que puede acarrear la toma de las pastillas, aunque existen pocos estudios». El verdadero problema está en que se utilice como anticonceptivo habitual en vez de ser un método de urgencia. Ésa es la opinión de Eduardo Vázquez, miembro del grupo de sexología del Colegio de Psicología de Andalucía.
Se trata de una postura que también comparte la psicóloga infantil y experta en sexología Esmeralda Vázquez, que actualmente imparte talleres de educación sexual en institutos. La educadora considera contraproducente que no haya límite de dad, «porque se trata de una carga hormonal muy fuerte, incluso para ciertas edades». No obstante, reconoce que «tiene sus ventajas e inconvenientes, pero la prevención debe sustentarse en la formación». De esta manera, es en la educación en donde cojea la iniciativa.
Las partes del órgano reproductor masculino y femenino y alguna referencia a las enfermedades de transmisión sexual es lo máximo que se llega a dar en las escuelas sobre la educación sexual, si bien tal información se imparte en la asignatura de Ciencias Naturales en tercero de ESO. A partir de ahí, la responsabilidad recae en el propio interés de los centros (ya sean públicos, privados o concertados) y de las administraciones por ampliar estos contenidos. Para ello se recurre normalmente a la creación de talleres que suelen hacer hincapié en la urgencia y la prevención.
Esta metodología debe cambiar de «forma radical», expone Eduardo Vázquez. En estos momentos su grupo se encuentra inmerso en la elaboración de una publicación para mostrar pautas de educación sexual en niños pequeños porque «hoy en día se trata el tema como un apaga fuegos para prevenir enfermedades y embarazos no deseados en vez de realizar una visión positiva. Se imparte el miedo».
Hábitos
Estas fórmulas se revelan como inadecuadas tal y como se desprende de la Encuesta Schering sobre Sexualidad y Anticoncepción en la Juventud Española en la que sólo el 46% de hombres y mujeres de 15 a 24 años declara haber recibido información sexual en los centros educativos. Aunque hay excepciones, la mayoría de expertos consultados coinciden en que la forma en que se plantea la información sexual en la etapa educativa es errónea y los datos les dan la razón pues entre el 15% y el 22% de los jóvenes de 15 a 18 años no utiliza preservativo.
Pero lo más llamativo de esta encuesta es que entre el 10% y el 15% practican la marcha atrás, mientras que el número de abortos entre chicas menores de edad casi se ha cuadruplicado en las últimas dos décadas.
Por ello, los expertos reclaman una educación afectivo-sexual completa en una materia obligatoria en el currículum «desde educación infantil», tal y como señala el propio Vázquez que añade que «se debe potenciar la sexualidad en base a la afectividad, el respeto y las relaciones desde los tres y cuatro años y no dejar para los 13 los problemas de embarazos no deseados como única educación sexual».
Ana Ariza es también experta en sexología, que tiene consulta en San Fernando, y asegura que los jóvenes «han normalizado unas conductas por las que no se educa el cuerpo para experiencias más amplias que el simple acto. Apenas hablan de sentimientos, afectos o emociones, tan sólo se preocupan por el tener relaciones y no desarrollan otros aspectos».
Ariza pone la educación como principal herramienta para la prevención. En países como Holanda, que tiene la tasa más baja de embarazos adolescentes de Europa, se imparte educación sexual en las escuelas de Primaria y se hace obligatoria en Secundaria, con contenidos que van más allá de lo puramente biológico. Pero, tales posibilidades no se han planteado aún en España.
Joaquín Rodríguez es vicedirector de IES Sancti Petri y considera que «tal materia se debería ampliar y ser un eje transversal de otras asignaturas. En Ciencias Naturales, en Ética y en Educación para Ciudadanía son las materias en las que se desarrolla el tema, pero no es suficiente, por ello se intenta complementar siendo los talleres la solución más a mano».
Muchos jóvenes han puesto de relieve la necesidad de que haya un sexólogo en los centros, semejante a la figura del orientador, de manera que un experto pueda solventar sus dudas. Una idea que también expone Carmen Gutiérrez, profesora de ESO, ante la acogida de los talleres porque «en casa se habla poco del tema y los profesores tampoco somos vistos por los alumnos como una figura que instruya sobre tales temas». «Hubo institutos que rechazaron enseñar educación sexual y ante esta tesitura, muchos jóvenes se refugian en revistas, series, películas con todas las distorsiones que ello conlleva», avisó.