El PP respalda a Camps convencido de que se archivará la causa por el regalo de trajes

Los abogados de Francisco Camps y Ricardo Costa han convencido a la dirección del PP de la inocencia de sus representados. El coordinador de la estrategia del partido opositor en el 'caso Gürtel', Federico Trillo, ha informado a la cúpula de que existen muchas posibilidades de que la causa que tramita el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana sea archivada, al menos, en la parte que afecta a los dos aforados investigados. Con estos datos, Mariano Rajoy decidió no expedientar a Camps y Costa a pesar de su imputación aunque suponga una contradicción con lo que hizo en el caso de los forados imputados en Madrid.

«Son dos casos muy distintos», dice la versión oficial del PP sobre los procesos que se siguen en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y el de la Comunidad Valenciana, ambos relacionados con el entramado corrupto de Francisco Correa. La compleja distinción que hace la dirección popular no sólo se refiere a los delitos y su gravedad sino también al procedimiento judicial. Los distintos portavoces del partido trataron de establecer una doctrina de aplicación o no de suspensión de militancia de los dirigentes afectados hasta que, con la imputación de Camps y Costa, se encontraron ante el dilema de tener que expedientarlos, como hizo la Comisión de Garantías y Conflictos con los aforados de Madrid imputados.

Explicarla diferencia

Federico Trillo explicó que los valencianos han sido llamados a declarar como imputados porque, según el procedimiento abreviado que se sigue, no tienen otra posibilidad de hacerlo si no es en tal condición. Sin embargo, argumenta que sí existe un auto de imputación de los aforados por el TSJM, aunque no haya tal documento explícito sino que el tribunal dictó una resolución por la que se impuso una fianza civil a dos de ellos tras su declaración. «El tribunal de Valencia dice: 'llámense a declarar'», explica Trillo, «y no los puede llamar ni como parte ni como testigos». El abogado y portavoz de Justicia del PP sostiene que si el TSJCV hubiera encontrado indicios de delito en la actuación de Camps y Costa habría dictado un auto de imputación.

En definitiva, lo que trata de hacer el PP es ganar tiempo a la espera de que el procedimiento judicial avance para que, como les adelantó Trillo, se demuestre la inocencia de Camps. Pesa sobre los populares la experiencia del 'caso del lino', que amargó la campaña electoral al Parlamento Europeo de Loyola de Palacio aunque, finalmente, la causa fue archivada. Las fuentes consultadas que defienden la negativa de Rajoy a expedientar al presidente valenciano antes de que se conozca la sentencia también recuerdan que Jaime Ignacio del Burgo fue desalojado de la Presidencia de Navarra por un escándalo que quedó en nada.

Pero existe una honda preocupación en el partido por la respuesta política que ha dado el presidente valenciano a esta crisis y que muchos consideran inadecuada. «La estrategia de Camps ha sido penosa, muy tibia y ambigua», apunta un alto dirigente del partido en coincidencia con análisis similares de otros colegas de la dirección. Sobre todo, acusan al presidente valenciano de escudarse en el silencio, aislarse de los medios de comunicación y ofrecer tan sólo comentarios poco convincentes y nada sinceros sobre las acusaciones que pesan sobre él. Le reprochan, sobre todo, que no haya confesado desde el principio su amistad con Álvaro Pérez, 'El Bigotes', ni presentado pruebas determinantes de que pagó los trajes que compró en Forever Young. «Lleva una estrategia judicial que puede ser acertada pero la respuesta política ha sido nefasta», apunta una fuente del PP valenciano.

Desde este punto de vista, la dirección popular aguarda esperanzada la declaración judicial del presidente valenciano y del número dos de su partido el próximo martes. «Se va a aclarar todo», afirmó Trillo cuando conoció la citación del TSJCV. Es ante el tribunal donde el PP confía en que Camps y Costa demuestren su inocencia y que, además, se vea reforzada por las declaraciones posteriores del sastre José Tomás y también del propietario de Forever Young. Fuentes populares aseguran que existe una declaración del sastre ante el fiscal, previa a su comparecencia ante el juez Garzón, en la que decía lo contrario de lo que sostuvo después. Según los datos que maneja el PP, José Tomás aseguró ante la Fiscalía que Camps y Costa pagaban todos los trajes que encargaban y confirmó que el presidente valenciano devolvió algunos que no le gustaban. Por otra parte, las mismas fuentes explican que pesan sobre el sastre tres denuncias por falsedad en las facturas emitidas y la existencia de una doble contabilidad.

Pensar en el sucesor

Tras la toma de declaraciones y la comprobación de la validez de la cinta grabada por Felisa Jordán, en el PP creen que el tribunal decidirá el archivo de la causa, al menos para Camps y Costa, aunque se remita al Tribunal Superior de Madrid la parte que afecta a los otros dos imputados, el ex jefe de gabinete de la presidenta del Parlamento, Rafael Betoret, y el ex vicepresidente de la Generalitat, Víctor Campos. Sin duda, en el ánimo de los populares influye el hecho de que el abogado del presidente valenciano es el mismo que defendió al tesorero del PP en 1990, Rosendo Naseiro, y que logró el archivo de su causa por anulación de las grabaciones inculpatorias.

Sin embargo, esta resolución judicial -la mejor de las posibles para el partido de Rajoy- no llegará antes de que concluyan las elecciones europeas y el PP tendrá que aguantar las turbulencias del 'caso Gürtel' en plena campaña sin expedientar a Camps y Costa. Uno de los responsables de la campaña al Parlamento Europeo está convencido de que el desgaste por este asunto no tendrá coste electoral y arguye que así lo demuestran los sondeos sobre intención de voto. Según esta fuente, Camps volvería a ganar las elecciones autonómicas si se celebraran ahora. No obstante, en el PP valenciano ya miran al vicepresidente Vicente Rambla como sucesor virtual del actual presidente de la Generalitat si la situación fuera otra de la prevista.