Economia

La economía europea se desmorona

La recesión se dispara en la Eurozona hasta el 2,5%, cuatro décimas por encima de lo previsto

| CORRESPONSAL. BRUSELAS Actualizado: Guardar
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La realidad está demostrando ser peor que las previsiones que la anticipaban. Eurostat, la oficina estadística de la UE, hizo públicas ayer las cifras reales de la evolución económica durante el primer trimestre del año. Arrojan un porcentaje de retroceso del crecimiento incluso mayor que el previsto: el 2,5%, lo mismo en la Eurozona que en la UE-27, lo que está cuatro décimas de punto por encima del 2,1% que la Comisión Europea contemplaba para este periodo de tiempo en sus últimas previsiones.

Un portavoz comunitario atribuía la desviación a los datos aportados a última hora por los estados miembros, pero precisaba que las cifras, aunque peores, «no modifican nuestra estimación de que la recuperación de 2010 irá precedida de una estabilización». Con estos resultados, la economía de la Eurozona acumula cuatro trimestres de retroceso, a razón de sendos -0,2% en el segundo y el tercer trimestre de 2008 y el -1,6% en el cuarto.

De entre las principales economías de la UE, la alemana, con una recesión del 3,8%, es la que peor puntúa, mientras que España se sitúa en el ya conocido -1,8%. El PIB italiano cayó, por su parte, en el primer trimestre del año un 5,9% respecto al mismo periodo de 2008, un desplome que supone la mayor contracción de la economía de Italia desde 1980. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, constató la gravedad de la crisis, pero aseguró que «todos los contactos» del Gobierno con las empresas indican que se está produciendo «una mejora de la situación». El líder italiano aseguró que en la crisis «el factor máximo es el psicológico», y por eso aseguró que una de las misiones del Ejecutivo es «infundir confianza y optimismo».

Pero hay socios de la UE en los que la caída adquiere dimensiones de auténtico cataclismo, a lo que difícilmente se puede proporcionar una dosis de optimismo, como en Eslovaquia y Letonia, donde el PIB ha retrocedido un 11,2% el último trimestre, o Estonia, donde lo ha hecho en un 6,5%.

Eurostat puntualiza que, en comparación con el mismo trimestre de hace un año, el PIB de la Eurozona ha caído un 4,6% y un 4,4% el de la UE-27. El trimestre anterior (el último de 2008) con respecto al equivalente de 2007 arrojaba un retroceso del 1,4%, lo que da idea de la velocidad con la que la degradación de la economía se está propagando por el continente.

Las cifras, además, se publican cuando la clase política europea, en general, cree estar viendo signos de que ya se ha tocado fondo aquí y allá que indicarían el inicio de la recuperación. La profundidad que la recesión está alcanzando sitúa esos ejercicios de optimismo en un entorno aún peor que el que se barajaba.

Presión social

Las cifras de inflación, también hechas públicas ayer por Eurostat, confirman la tendencia a la baja, con sendos 0,6% tanto en la Eurozona como en la UE-27 el pasado mes de abril. Se trata de la tasa más baja registrada nunca por este índice. En la Eurozona, los artículos que más han subido en abril han sido las bebidas alcohólicas, el tabaco y los hoteles y restaurantes. El precio de los transportes ha caído, en cambio, un 3,6%, un 1,6% las comunicaciones y un 0,7% tanto la ropa como los útiles educativos.

El malestar social derivado de la situación se está dejando sentir en las calles europeas. Anteayer fue Madrid, y ayer Bruselas se convirtió en el escenario de la protesta sindical por la pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora y los despidos masivos para rentabilizar a las empresas en crisis. Fueron cerca de 40.000, según la Policía, una cifra enorme para Bélgica, las personas que se manifestaron en las calles de la capital comunitaria, llamadas por la Confederación Europea de Sindicatos.

El secretario general de la organización, John Monks, indicó que la manifestación de ayer, segunda de las cuatro convocadas, «es para reclamar una Europa social que nos proteja del empleo desregulado, en la que la riqueza y los ingresos se compartan equitativamente, donde la prioridad absoluta sea luchar contra las desigualdades, en lugar de alimentarlas».

La manifestación ocasionó perturbaciones considerables en el desarrollo de las actividades en la capital comunitaria, a pesar de que transcurrió alejada de las sedes de las diferentes instituciones.

Alemania, considerada durante décadas la locomotora económica de Europa y «campeona mundial de exportaciones», se ha convertido en apenas seis meses en principal víctima de la crisis financiera y económica global, al sufrir el mayor retroceso de la actividad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El Producto Interior Bruto germano cayó el 3,8% en el primer trimestre del año respecto a los meses finales de 2008, según datos de la Oficina Federal de Estadísticas, y esta evolución confirma que la primera potencia del continente sufre el mayor descalabro económico de los últimos 60 años.

Se trata del cuarto retroceso consecutivo con respecto al trimestre anterior y el mayor con diferencia desde que se comenzó a calcular este dato de manera sistemática en 1970. En comparación con el primer trimestre de 2008, el retroceso del PIB fue nada menos que de un 6,7%. Todavía es pronto para conocer todas las causas de este desplome -el informe oficial se publicará el 26 de mayo- pero, en su estimación avanzada, Estadística ya apunta que, junto a la caída de las exportaciones, también se contrajeron las inversiones. Instituciones privadas apuntan que las exportaciones alemanas cayeron durante el primer trimestre del año en un 20,9%.

A finales de abril, el Gobierno recortó su previsión económica anual y anunció que espera una contracción del 6%, principalmente a causa de la debilidad de las exportaciones, si bien dijo esperar un crecimiento del PIB del 0,5 % para 2010. A pesar del oscuro panorama actual, un portavoz del Ejecutivo anunció que la crisis posiblemente había tocado fondo y dijo percibir «indicios alentadores» que le llevan a confiar en la recuperación en el curso del año. «El primer trimestre ha sido con seguridad el más difícil y el peor», dijo el portavoz del Gobierno, Thomas Steg. «Esta fuerte contracción no se volverá a repetir», añadió. El Gobierno y los analistas esperan que en los próximos trimestres se hagan sentir los efectos de las medidas aprobadas a comienzos del año.