Jerez

Un grupo con varias soluciones alternativas para cuando se acaban las gambas

La estancia de estos jerezanos en la Feria es una muestra del profundo conocimiento que algunos tienen de toda su oferta

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El tiempo que dura un plato de gambas en la Feria del Caballo es directamente proporcional al apetito de los comensales y, también, a las ganas que tengan de hacer añicos el protocolo. Es decir, que el más listo será aquél al que menos corte le dé usar los dedos como pinzas para coger a estos animalitos tan preciados y que se crían en Sanlúcar o en la bella bahía de Huelva.

La confianza no se sabe si hay asco. Sin embargo, sí se puede estar en condiciones de afirmar que un plato de gambas blancas dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio cuando abunda al amistad. Y eso es bueno. Se come, se bebe sin corte alguno y al casetero se le dejan unos buenos euros. Así que todos contentos, que es de lo que se trata, al fin y al cabo.

En nuestro grupo existe ese buen ambiente. Amistad de la buena entre Miguel Ángel Peces-Barba, Ildefonso Fernández o Manolo Caro. «Hemos venido como todos los años -comenta Ildefonso- el mismo grupo de amigos. Nosotros somos de Jerez, pero Miguel viene de Toledo. Así que un año más tenemos que mostrarle las delicias de la Feria». Enseguida participa el señor Peces-Barba. «De eso nada. Mira, para embucharse unas buenas albóndigas, la caseta de Domecq; para comer bien de verdad, CCOO; para tapear con mucho arte, la caseta de Juanito», asevera Miguel Ángel seguro de sí mismo.

El caso es que este toledano se conoce mejor la Feria que muchos oriundos. Las lecciones han venido de la mano de Ildefonso y Manolo Caro. Por cierto, que nos referimos al Manolo Caro el gerente del Hotel Albarizuela y del Hotel Trujillo, ambos establecimientos céntricos y jerezanísimos lugares donde poder descansar y huir del mundanal ruido ferial.

A los pocos minutos, observamos cómo el plato de gambas se ha evaporado como por arte de magia. Estamos en Cajasol y dicen los camareros que apenas en unos minutos se espera al alto mando de la entidad financiera. Miguel Ángel e Ildefonso deciden que es buen momento para ir a ver qué tal están las albóndigas en Domecq. «Lo que son las albóndigas ya veremos, pero el vinito tiene que estar de aquella manera», aseveran casi al unísono.

El caso es que se ha decidido levantar campamento para volver a acampar de nuevo a unos pocos metros. La Feria es así. Un grupo con mucho arte y, sobre todo, con muchas ganas de Feria y conocimiento de la materia que tratan. Y, por lo que se ve, lo tienen, tanto conocimiento como ganas de disfrutar del Real en todo su esplendor.

El Navarro estuvo cumbre en la plaza de la calle Circo el pasado miércoles. Sin embargo, en la supuesta capital mundial del caballo, el que triunfó fue un Ventura electrizante. Miguel Ángel Peces-Barba también estaba entusiasmado con la labor del navarro. «Es amigo y habrá que ir a saludarle al hotel. Lo hago todos los años aquí en Jerez». Por su parte, dentro de pocos días, serán las fiestas de Toledo. Así es que se espera verlo torear a caballo en la ciudad primada.