Francisco Camps, ayer, durante una sesión de control parlamentario. / EFE
ESPAÑA

El juez cita a Camps para interrogarle como imputado de un delito de cohecho

El presidente valenciano, el secretario regional del PP, el ex vicepresidente de la Generalitat y un ex alto cargo de Turismo deberán explicar los regalos de 'El Bigotes'

| COLPISA. VALENCIA Actualizado: Guardar
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El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana José Flors citó ayer al presidente autonómico Francisco Camps para interrogarle el próximo martes 19 de mayo como imputado de un presunto delito de cohecho, que habría cometido al aceptar sobornos en especie, en concreto, trajes pagados por el empresario Álvaro Pérez Alonso, 'El Bigotes', responsable de Orange Market, delegación en la comunidad de la trama corrupta que desde Madrid dirigía Francisco Correa.

Ese mismo día, e imputado por el mismo delito, deberá comparecer el secretario general del PP valenciano y portavoz del grupo parlamentario en Les Corts, Ricardo Costa. Sus declaraciones abrirán la investigación del episodio valenciano del 'caso Gürtel', en el que también están implicados el ex vicepresidente de la Generalitat Víctor Campos y Rafael Betoret, ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo y actual jefe de protocolo de la Diputación de Valencia.

Estos dos últimos imputados han sido citados para el miércoles 20 de mayo. Y un día después y ya en calidad de testigo, le llegará el turno al sastre José Tomás, quien declaró en la Audiencia Nacional que recibió el encargo de confeccionar trajes para los altos cargos populares valencianos que fueron abonados por Correa o Pérez. La investigación tratará de determinar si esos pagos sirvieron para comprar los favores de la Generalitat, que concedió a Orange Market contratos públicos por un valor superior a los 5 millones de euros en los primeros años del siglo.

Esos trajes, encargados en tiendas madrileñas de las franquicias Milano y Forever Young, son la base de las acusaciones contra el presidente valenciano. El magistrado Baltasar Garzón, anterior instructor del 'caso Gürtel' hasta que el 6 de marzo se inhibió por la aparición de aforados, concluyó que Camps se dejó regalar ropa por valor de unos 12.783 euros. Esos artículos fueron pagados por la firma Orange Market, la filial valenciana de Special Events, la principal empresa de Correa.

El presidente recibió «cinco pantalones, un pantalón de piel, una deportiva, una chaqueta austriaca, una americana de sport, una deportiva 'Barbour' y una chaqueta de fantasía», según consta en los registros de la trama corrupta. Además, 'El Bigotes' encargó para Camps «un esmoquin confeccionado para ir a Nueva York y un chaleco blanco para la recepción en el Vaticano».

La estrecha relación de Camps con Pérez Alonso es uno de los puntos débiles de la defensa del presidente valenciano. En el sumario hay varias intervenciones telefónicas realizadas las pasadas Navidades por orden judicial en las que el dirigente popular llama «amiguito del alma» al empresario. Esos 'pinchazos' permitieron descubrir que 'El Bigotes' hizo costosos regalos a Camps, a su mujer y a su hija. Pérez Alonso llegó a estar tan cerca del presidente que en una de las grabaciones da por seguro que sería nombrado coordinador de la visita del Papa a Valencia en 2006.

Resultados

La conclusión de Garzón es que todos estos regalos tuvieron sus resultados: Correa, a través de Orange Market, se hizo entre 2005 y 2009 con la organización de los expositores de las cinco ferias anuales de turismo en las que participó la Comunidad Valenciana, más de cuatro millones de euros de dinero público, entre otros contratos.

Según la investigación de la Audiencia Nacional, además de Camps, Costa se dejó regalar por valor de 7.325 euros; Campos, por 4.850, y Betoret aceptó sobornos valorados en unos 9.950 euros aproximadamente.

De acuerdo con los informes de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Financiera, Correa y los suyos pusieron sus ojos en Valencia a partir de 2003, cuando su estrecha relación con la dirección nacional del PP se vino abajo una vez que el equipo del recién nombrado nuevo presidente, Mariano Rajoy, descubrió que el empresario hablaba en nombre del partido para conseguir contratos en diversos ayuntamientos.

Garzón relató cómo el empresario llegó a corromper al corazón del PP valenciano: «para ganarse el favor de los responsables políticos entrega dádivas de todos tipo, desde dinero en efectivo a regalos de lujo, coches, pantallas de televisión de plasma u otros objetos». Así, «consiguió crear una relación estable con dichas personas ganando su confianza a la que vez que favorecía la obtención de negocios para sus empresas». Además, el juez sugirió que el PP valenciano recibió 420.000 euros por favorecer a una empresa de Correa.