Diputación pone de largo Alumbre con Ángel Mendoza y Aroa Moreno
| CÁDIZ Actualizado: GuardarReiventar los límites para abrir así las puertas del mercado editorial a los jóvenes creadores. Ayudar a los escritores nobeles a encarar sus primeros obstáculos, justo cuando el camino aún está gobernado por la incertidumbre y amenazado por la desesperanza. Poner su trabajo a merced de los lectores, jueces y jurados en los que recae la decisión última de filtrar las voces que tendrán eco en el tiempo, y desechar aquellas condenadas a la fugacidad. La diputada provincial de Cultura, Ana Mosquera, desgranó estos y otros objetivos fundamentales de la nueva colección Alumbre de Diputación, heredera de aquellos Libros de Bolsillo que también dieron luz a los primeros títulos de algunos autores hoy prógidamente reconocidos. «Hemos cambiado el diseño, pero el propósito es similar», explicó Félix J. Palma, responsable del nuevo sello junto con la poetisa Carmen Moreno. «Alumbre pretende ser un crisol de tendencias, un punto de encuentro de jóvenes autores que quieran abrirse camino en las letras».
Por su parte, Carmen Moreno no dejó de agradecer a Jesús Fernández Palacios «el ingente esfuerzo que ha hecho en estos últimos diez años» a cargo de Libros de Bolsillo y recalcó que lo que nunca le faltará a la iniciativa «es el cariño absoluto de sus promotores». Huellas de elefante, «un ramillete de cuentos con la infancia como motivo» y Veinte años de Lápices nuevos, de Aroa Moreno, abren respectivamente las series de narrativa y poesía de la nueva propuesta editorial.
El debút de Mendoza bebe de «ese territorio tan literario como es la infancia» para hilar nueve cuentos de tonalidades variadas, que juegan con el contraste y los cambios de estilo para enganchar al lector. Hay textos humorísticos, dramáticos, formales y descarnados. El escritor defiende en ellos su concepto de la literatura como «un lenguaje que busca que lo entiendan» y que, por lo tanto, prescinde de artificios innecesarios y apuesta «por la síntesis, por la sencillez y por la claridad», sin renunciar a la escritura como un valor fundamental, «no accesorio», del proceso creativo.
Aroa Moreno es la responsable de iniciar la serie poética de Alumbre con un poemario «reflexivo, pero muy maduro, capaz de sorprender y de conmover», que también verá la luz en la próxima primavera. El espíritu del libro «se ajusta muy bien a la filosofía de la colección».