Ascender

Como bien saben los ciclistas, subir a las altas cumbres es más emocionante, más beneficioso y más gozoso que bajar a los hondos valles; pero, como estos mismos profesionales reconocen, ascender es un ejercicio más lento, más difícil y más fatigoso que el de descender. Subir requiere mayor dominio de la mente y mejor gestión del esfuerzo físico: es necesario controlar la creciente ansiedad y administrar las escasas energías para evitar el desfallecimiento en los últimos instantes de la carrera. Llegar a la cumbre y traspasar la meta exigen constancia, paciencia, sacrificio y, también, imaginación y equilibrio, esas virtudes que el equipo amarillo ha exhibido a lo largo de la temporada. Éste es el momento de la suerte suprema donde el pulso ha de mantenerse firme con el fin de dar el golpe definitivo, el único que justifica los esfuerzos anteriores, y que garantiza la conquista de los trofeos. Es lógico que Javi Gracia, en el partido contra el Guadalajara, reservara a los titulares para acumular fuerzas, administrarlas con habilidad y evitar que aparezca la fatiga física y mental. Por estas razones los profesionales agradecen, además, que, en los picos más empinados, se congreguen los aficionados y que, con sus pancartas y con sus gritos, los alienten. Nosotros también estamos convencidos de que el Real Unión de Irún, por ser el campeón del Grupo primero, por su largo historial, por la potencia del equipo y por el entusiasmo de la afición, es la mejor baza para demostrar la elevada calidad del conjunto amarillo. Por esta razón ha sido tan rápida la afluencia de la hinchada cadista para asegurar su participación en la fiesta del domingo. ¿Cuánto tiempo hacía que un partido no despertaba tantas expectativas ni generaba tantas ilusiones. Quizás la clave de la respuesta masiva a esta última convocatoria resida en esa mezcla equilibrada de confianza y de inseguridad.