El presunto nazi Demjanjuk goza de buena salud y seguirá en prisión

Iván John Demjanjuk, acusado por la Justicia alemana de complicidad en el asesinato de 29.000 judíos en el campo de exterminio nazi de Sobibor, llegó el martes a Alemania a bordo de un jet privado y asistido por un médico. Su precario estado de salud obligó a las autoridades a utilizar una ambulancia para llevarlo a la cárcel de Stadelheim, en Múnich. Pero ayer, los doctores de la prisión echaron por tierra el último recurso de sus familiares, que alegaban que el anciano estaba gravemente enfermo, y declararon que el presunto criminal goza de buena salud y, por tanto, puede ser recluido en una celda a la espera de que las autoridades judiciales determinen si puede ser llevado a juicio. «Su estado es bueno y no corresponde a un hombre de su edad», dijo el subdirector de la cárcel, Jochen Menzel. «Su salud resulta mejor de lo que se puede esperar de una persona de 89 años», añadió.

Ya en Estados Unidos, sus allegados intentaron impedir la extradición al considerar que el anciano no podía caminar, sufría de dolencias renales y un principio de leucemia, un cuadro clínico que podría haberle evitado la permanencia en la cárcel. Pero el clima de Alemania ha acabado con sus dolencias. «No necesita una silla de ruedas, se puede sentar a una mesa, se comunica y también participa», insistió Menzel.

Tras el examen médico, el acusado recibió la visita del juez, que leyó en voz alta el contenido de las veintiún paginas de la orden de detención. Demjanjuk estuvo sentado en una silla mientras escuchaba la traducción a su idioma natal, el ucraniano. «No mostró ninguna emoción e hizo muy pocos movimientos faciales», declaró su abogado, Günter Maull.

Iván John Demjanjuk espera ahora que una comisión judicial especial determine si está en condiciones de enfrentarse a un proceso. Según el fiscal de Múnich, Anton Winkler, el juicio podría iniciarse en otoño y durará unas dos semanas.