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EE UU impone duras penas a 5 jóvenes que diseñaron un atentado junto al FBI
| NUEVA YORK Actualizado: GuardarTras dos juicios nulos e intensas deliberaciones que duraron seis días, un jurado federal condenó ayer a duras penas de cárcel a cinco hombres acusados de pertenencia a una célula islamista ligada a Al-Qaida que pretendía atacar la torre Sears de Chicago y otros edificios federales. «No es un caso de terrorismo. Se trata de un delito fabricado por el FBI», sostuvo sin medias tintas la defensa, que ya ha pedido un nuevo proceso dentro de un mes.
Los abogados rechazan los alegatos de que sus clientes tuvieran vínculos con la red de Bin Laden o urdieran ningún plan porque la operación se basa en «un montaje» de dos informantes de la Oficina Federal de Investigación que se hicieron pasar por miembros del grupo islamista para lograr atraer la atención de los condenados ofreciéndoles una gran suma de dinero.
La condena se basa en grabaciones telefónicas y en vídeo, pero nunca se encontró a los cinco hombres ni armas ni explosivos para cometer los supuestos atentados. El considerado por el jurado líder del complot, Narseal Batiste, de 35 años, aparece en algunas cintas diciendo que deberían comenzar «una guerra» que acabara «con todos los demonios». Pese a estas evidencias, la defensa argumentó que el grupo nunca habló en serio sobre la posibilidad de lanzar un ataque.
Casi todos los 'cinco de Liberty City' son jóvenes de origen haitiano y procedían de ese humilde barrio de Miami, en Florida. El fallo recoge que Narseal Batiste, de 35 años, fue declarado culpable de cuatro cargos y deberá cumplir setenta años de cárcel; Patrick Abraham, de 29 años, respondió de tres acusaciones y afronta penas de cincuenta años; mientras, se considera probado que Stanley Grant Phanor, de 33; Rotschild Augustine, de 25; Burson Augustin, de 24, cometieron dos delitos y son penados con treinta años. Naudimar Herrera, de 25, fue absuelto.
Los hechos tuvieron lugar en 2006, un período en el que la agencia federal y los servicios secretos llegaron a extralimitarse en sus funciones en uno de las épocas más oscuras de la Administración Bush, sobre todo por las directrices que emanaban de la oficina de su controvertido fiscal general, Alberto González. El arresto de estos hombres fue publicitado por la Casa Blanca como uno de los mayores triunfos en la lucha contra el terrorismo desde el 11-S.
Poco ortodoxas
Aunque los fiscales se felicitan del veredicto alcanzado, algunos expertos legales afirman que el caso de los 'cinco de Liberty City' será visto como un ejemplo de las formas poco ortodoxas utilizadas por el Gobierno de George W. Bush para perseguir el terrorismo. «Estos casos en los que se han producido desacuerdos entre miembros del jurado muestran que el Departamento de Justicia estadounidense tiene problemas para que se correspondan las evidencias judiciales con su retórica», declaró a 'The New York Times' Jonathan Turley, de la George Washington Law School.
En un ejemplo de la carencia de pruebas sólidas que apoyen unas condenas tan contundentes como las recibidas por los acusados, los expertos penales destacan cómo la Fiscalía federal ha hecho hincapié en las valoraciones ideológicas. En sus conclusiones ante el tribunal, el Ministerio Público declaró que Naseal Batiste se creía un «mensajero divino», enviado para destruir al Gobierno de Estados Unidos y que buscó una alianza con la red terrorista de Al-Qaida para llevar a cabo ese objetivo.