Entrevista con el 'número dos' de Economía

El nuevo número dos de Economía concedió el pasado mes de marzo una entrevista a El Comercio. Este es un extracto de lo que entonces apuntaba sobre la crisis.

-El secretario del Tesoro de EE UU dijo hace unos días que el capitalismo será diferente a partir de ahora. ¿Está de acuerdo?

-El sistema será diferente a partir de ahora, pero seguirá siendo sustancialmente capitalista. Cuesta entender lo que está ocurriendo en Estados Unidos, y de ahí que la popularidad de Obama ya haya bajado mucho en poco tiempo. Es evidente que la presencia de los gobiernos será mucho más grande a partir de ahora y la regulación será más extensa. No creo que haya una discusión sobre el sistema, que seguirá siendo, indudablemente, capitalista.

-¿Qué lecciones cree que nos ha dado esta crisis?

-Su origen estuvo en la innovación finaciera que permitía a los bancos conseguir un beneficio a través del denominado arbitraje regulatorio. Había partes del sistema financiero que no estaban reguladas y entonces se pasaban riesgo y activos de los bancos que sí estaban regulados a partes del sistema que no estaban reguladas.

-¿Y cómo pudo ocurrir eso?

-El caso es que ocurrió y se permitió por falta de regulación. Ahora, sin embargo, no debemos ir hacia un mundo de mayor regulación, sino a la inversa.

-¿Qué significa en la práctica?

-Que probablemente volveremos a un mundo donde haya más actividad de banca comercial tradicional, que estas entidades vuelvan a su labor principal, que es captar depósitos, dar préstamos a clientes y hacer un seguimiento de la calidad de esos préstamos.

-¿Que riesgos se correrán?

-Pues el gran riesgo, sin lugar a dudas, es que se produzca un incremento de los nacionalismos y de los proteccionismos. Está ocurriendo mucho en el sector financiero y existen muchas posibilidades de que se extienda a otros sectores.

-Pero, ¿cree realmente que el mismo sistema financiero que nos llevó a la crisis puede ser el que marque las directrices de futuro?

-El sistema financiero en su conjunto es un medio y es evidente que su peso en los próximos años va a disminuir, pero ahí seguirá.

En busca de confianza

-Usted ha sido un gran defensor de la liberalización del comercio ¿Lo sigue siendo?

-Sin duda. Todas las propuestas que se escuchen y que tengan algún contenido para favorecer mercados más pequeños o proteccionismos significan peligro.

-Habla de la necesidad de buscar confianza, pero ¿cómo?

-Es muy difícil. La confianza es muy fácil de perder y muy difícil de ganar. Hay dos partes, una es la confianza en el sistema financiero y en los bancos y otra la confianza en el futuro que las empresas apuesten por proyectos de futuro e inversión y los consumidores consuman.

-¿Cuándo cree que podrá llegar la recuperación económica?

-No tengo ni idea porque depende de muchos factores. Este año, probablemente, está vendido todo el pescado en términos de recuperación. 2010 sea un año clave. El tamaño de la crisis es tan grande que no podemos utilizar los parametros tradicionales para tratar de extrapolarlos.

-¿Qué papel debe jugar a partir de ahora el FMI?

-Creo que deberá hacer lo de siempre, pero con un tamaño mucho más grande que en el pasado. Ayudar a las economías emergentes será una de las cosas más importantes que pueda hacer.