Soraya hizo un poco de turismo en la Plaza Roja de Moscú. / J. CAÑADILLA
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Empieza la cuenta atrás

Soraya muestra los secretos de una actuación 'mágica' en la que tendrá como amuleto una imagen de la Virgen de Guadalupe

MOSCÚ / BADAJOZ Actualizado: Guardar
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Empieza la cuenta atrás para Eurovisión. El sábado veremos a la extremeña derrochando voz y movimientos sobre el escenario del Olympiski Arena de Moscú. La representante española despegó de Barajas «sin nervios y segura de poder ganar». Entre provocativos modelitos en su maleta guardó la bandera española firmada, la enseña extremeña y «un pin de la Virgen de Guadalupe» a modo de amuleto.

Desde que llegó a Moscú hace una semana ha tenido poco tiempo para descansar debido a su intenso ritmo de ensayos y encuentros con la prensa. Después de tanto trajín, solo unas pocas horas libres ha tenido la extremeña para visitar la Plaza Roja, la catedral de San Basilio y los lujosos almacenes GUM. Allí interpretó a capela su canción.

A dos días de la gran final, se ultiman detalles de la puesta en escena. Cerrada ya la versión definitiva de La noche es para mí, sólo falta ajustar la realización técnica, que está trayendo algunos quebraderos de cabeza a la comitiva española. Los técnicos rusos no han dado aún con los planos de cámara idóneos para un espectáculo pensado para ser visto por televisión. Mañana se verá si este problema queda resuelto en la que será la última prueba.

Por arte de magia

Sobre la actuación, ¡ya no hay secretos! Sabemos cómo sonará y cuáles serán los efectos visuales. En los ensayos, Soraya ha pisado el escenario con un inicio mucho más lento, pero con mucha garra, sin dejar indiferente a nadie.

En un decorado en el que el elemento principal es una escalera y un fondo en el que predominan los colores rosas y plateados con bolas de discotecas setenteras, la cantante desveló su gran sorpresa: desaparecerá en un momento de su interpretación de la parte central del escenario para aparecer, segundos después, en la parte contraria. El efecto 'mágico', pensado especialmente para la realización televisiva, pasó desapercibido para muchos de los asistentes al ensayo.

Con un mini vestido plateado y con flecos (emulando a nuestra recordada Salomé), Soraya, acompañada de las tres coristas, Verónica, Nora y Noemí, y los dos bailarines, Dmytro y Alexei, derrocha energía sobre el escenario.