Estrategias de escape

Nunca hemos sabido qué hacer con los piratas, sobre todo con los de despacho. Son más difíciles de identificar que los que practican directamente el abordaje, ya que su alta mar son las finanzas y no tienen una pata de palo, sino unas manos larguísimas. Ahora la Audiencia Nacional va a facilitar al Gobierno una salida para la llamada crisis de los piratas y va a llevarlos a Kenia. Por desgracia, para los otros bandidos aún no se ha encontrado un destino, así que seguirán robando desde sus confortables despachos.

Han sabido sustituir los puentes de mando por los puestos de mando.

Al final de los telescopios más optimistas se observan signos de mejoría económica. Siempre que llueve escampa, aunque siempre que escampa vuelve a llover. Una vez que mandemos a los piratas a Kenia, o a «cualquier otro punto seguro», nos podremos concentrar en nuestro problema máximo, que es el paro. Tanto el presidente del Banco Central Europeo como el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, coinciden en que se detectan señales de recuperación. La economía es una ciencia tan complicada que muchos eminentes economistas niegan que sea algo que tenga relación con la ciencia. En este momento horroroso se habla de «estrategias de escape», pero va a registrarse una gran aglomeración a la salida.

Siempre que se oye el grito de Sálvese quien pueda! acuden más de los que pueden salvarse. ¿Qué pasará con los viejos? No tienen problemas con la píldora del día después, pero tienen todos los demás. Sanidad ha decidido que se venda sin receta, quizá para dorarnos la píldora, pero a cierta edad, salvo honrosas excepciones, los jubilados no pueden constituirse en sus mejores clientes.