Varios aviones de Iberia, en Barajas. / EFE
Economia

Iberia prescindirá temporalmente de 2.000 empleados por sus pérdidas

La aerolínea lanza un plan urgente con el que pretende ahorrar 200 millones este año

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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A Iberia, que hasta hoy podía presumir de acumular trece años en beneficios, algo insólito en el sector, la crisis le ha pasado por encima. La compañía perdió 92 millones de euros en el primer trimestre y da casi por seguro que cerrará 2009 en números rojos. Para tratar de superar las turbulencias a las que se enfrenta la empresa ha planteado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para un 10% de su plantilla, compuesta por 20.715 personas.

El ajuste, que será temporal -de uno o dos años- y afectará a todas las divisiones, es sólo una de las medidas de un plan de contingencia con el que la empresa aspira a ahorrar hasta 200 millones este año. De esta cantidad, algo más de 100 millones serán ahorro directo en la cuenta de resultados y otros 90, inversiones ya previstas que no se realizarán.

Ese programa incluye un recorte de la capacidad, la no renovación de los contratos temporales y la no contratación de nuevo personal, la contención salarial (los sueldos no subirán este año más que el IPC más un 0,6%) o la congelación salarial a los primeros 140 directivos. Iberia ya ha abierto la negociación del ERE con los sindicatos, a los que pretende convencer también para una profunda revisión de los trienios y de las condiciones para subir de categoría laboral. Mientras las salidas sean temporales y no definitivas no se prevé gran conflictividad.

A esto se suma la intención de la aerolínea de cerrar 20.000 metros cuadrados de oficinas, hangares y almacenes, la reducción de su flota de vehículos o la contención de su gasto en asesores técnicos externos. Uno de los puntos más importantes del plan es el que se refiere a la renegociación de los contratos con todos sus proveedores, a los que la aerolínea pedirá un esfuerzo más que notable.

Como primer paso, la compañía aérea dejará en tierra ya este mes cinco aviones A320 y suprimirá el alquiler de otros dos aparatos. En muchas rutas usará naves más pequeñas y, sin abandonar definitivamente ningún destino, suprimirá frecuencias o trayectos no rentables. Los pequeños accionistas de Iberia también sufrirán, puesto que este año la empresa no pagará dividendo alguno.

La fusión con British Airways, anunciada hace un año y que aún no tiene concreción alguna, queda ahora para tiempos mejores. «Las conversaciones continúan, pero las dificultades del mercado complican el proceso, que está llevando más tiempo del previsto», confesó el presidente de Iberia, Fernando Conte, quien subrayó que ahora lo primero es salvar los números, cifras que en el primer trimestre son realmente malas.

Hasta ahora, Iberia había salvado el tipo, pero entre enero y marzo todos sus indicadores han caído en picado. Los ingresos medios por pasajero cayeron un 9%, sobre todo por el desplome del tráfico 'business'.

Y es que aunque la firma recortó un 6% la oferta, la demanda cayó más. En concreto, un 9,5%. Según reconoció la compañía, la competencia del AVE (tanto en Málaga como en Barcelona) le ha hecho mucho daño.

Además, y salvo el negocio de mantenimiento, que sí mejoró en comparación con 2008, el resto sufrió un grave desplome, sobre todo el de carga. El gasto en combustible se disparó hasta los 289 millones de euros por una desafortunada gestión de las compras anticipadas de queroseno.

Como compensación, y también en contra de lo que sucede en el resto del sector, la aerolínea cuenta con una sólida posición financiera, con un patrimonio que supera los 1.500 millones de euros.