Los centros de salud dispensaron 11.900 píldoras postcoitales en 2008

Reacciones dispares a la libre dispensación de la píldora del día después en las farmacias. La medida anunciada el lunes por la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha cogido por sorpresa a los profesionales que aún están reflexionando sobre esta decisión. El objetivo del Gobierno es eliminar barreras para acceder al fármaco con el fin de reducir los embarazos no deseados. El riesgo está en que se comience a utilizar como un método anticonceptivo más.

Sólo en la provincia se dispensaron en torno a las 11.900 píldoras durante 2008, una cifra que ha ido creciendo desde que se comenzara a administrar en los centros de salud, según los datos proporcionados por el SAS. Andalucía fue la primera comunidad en introducir la medida y desde entonces ha llevado un control del número de usuarias que la han reclamado.

Los profesionales sanitarios piden «cautela». Así lo manifestó ayer el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Juan José Sánchez, que mostró su temor por que la venta libre de este medicamento «condicione el abandono del uso del preservativo» como método anticonceptivo habitual y protector de enfermedades de transmisión sexual. El anuncio de la ministra «sorprende» a los facultativos, porque implica la «ruptura del circuito en el que se incluía a las demandantes de este medicamento de emergencia cuando lo reclamaban en un centro sanitario» para evitar embarazos no deseados.

El perfil de la usuaria que acude a solicitar la píldora del día después es de una joven de entre 18 y 24 años, que no tiene pareja estable. La mayoría asegura que es la primera vez que la consume y aduce rotura del preservativo como motivo para solicitarla. Según recoge el prospecto de este medicamento, la eficacia del comprimido varía en función del tiempo de la relación de riesgo. Los porcentajes oscilan entre el 95% tras 24 horas, al 85% entre las 25 y las 48 y el 60% si supera los dos días antes de su toma.

Educación sexual

El presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (Samfyco), Manuel Lubián, médico de familia en un ambulatorio de San Fernando, recalcó que el uso de la píldora de anticoncepción de urgencia «debe ir unida a la captación de adolescentes para ofrecerles consejo sobre educación sexual».

Por los estudios realizados y la naturaleza de este fármaco, los efectos adversos de su consumo «son menores a los que produce el ibuprofeno», insiste el doctor Lubián, ante las voces que aseguran que no debe administrarse más de cuatro veces al año o que altera para siempre el ciclo menstrual. «Pero eso no quiere decir que se pierda su carácter de urgencia y haya que ser cautelosos», recalcó.

De la misma forma, advirtió que no se debe pensar que el embarazo no deseado es el único riesgo de una relación sexual sin protección. «Hay que tener en cuenta el resto de enfermedades, que son muchas», por lo que insistió en la necesidad de seguir fomentando el uso del preservativo como el método más seguro.

Los riesgos que implica el uso de la píldora postcoital y su posible utilización como método anticonceptivo son las principales críticas del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos a la venta libre de este medicamento, que proponen que el medicamento se dispense en los centros de salud.