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Sociedad

La última visita al 'Hubble'

El transbordador 'Atlantis' despegó ayer en una misión de alto riesgo para reparar y alargar la vida útil del telescopio espacial

JULIO ARRIETA
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El transbordador 'Atlantis' despegó ayer desde Cabo Cañaveral (Florida, EE UU) a las ocho de la tarde, hora española, para encontrarse en órbita con el maltrecho telescopio espacial 'Hubble', que será reparado por quinta y última vez. El viaje supone más riesgos de los habituales y la NASA ha previsto un plan de emergencia por si sucede un 'naufragio' espacial y hay que acudir al rescate de los astronautas. Por primera vez, un segundo transbordador, el 'Endeavour', está listo para emprender un vuelo de salvamento.

Si todo va según lo previsto, esta misión (la STS-125) durará 11 días, durante los cuales los siete tripulantes de la nave no tendrán tiempo para aburrirse. Hoy el comandante Scott Altman y su tripulación, formada por el piloto Gregory C. Johnson y los astronautas Michael Good, Megan McArthur, John Grunsfeld, Mike Massimino y Andrew Feustel, dedicarán la jornada a comprobar que su nave se encuentra en buen estado y que todo el equipo necesario para reparar el telescopio orbital funciona correctamente. El encuentro con el 'Hubble' será mañana, a unos 559 kilómetros sobre la superficie terrestre y a una velocidad de 8 kilómetros por segundo. Los astronautas realizarán entonces el primero de los cinco paseos espaciales que tienen programados. Estas Actividades Extravehiculares o EVA -siglas de 'Extra Vehicular Activity'- de 'paseo' sólo tienen el nombre, porque se trata de durísimas salidas al espacio de 5 a 7 horas de trabajo ininterrumpido, sin descansos para comer ni ir al baño.

En estas cinco salidas, que se harán por parejas, los astronautas del 'Atlantis' pondrán a punto el 'Hubble'. Repararán dos instrumentos de observación, le cambiarán las baterías y repondrán tres de sus seis giróscopos, entre otros arreglos que alargarán la vida del telescopio.

Plan de emergencia

Este es el trigésimo vuelo del 'Atlantis' y el que hará el número 126 de los realizados por los transbordadores espaciales de la NASA. Aunque estos viajes se han vuelto habituales y hasta rutinarios, siempre comportan un riesgo que en esta ocasión se ha multiplicado hasta el punto de que la agencia espacial estadounidenseo ha previsto un plan de rescate. El 1 de febrero de 2003 el 'Columbia' se desintegró con sus siete tripulantes a bordo al entrar en la atmósfera con su escudo térmico dañado. Desde que se reanudaron los vuelos de los transbordadores, en cada misión los astronautas revisan al milímetro esa protección, que cubre la parte inferior de las naves, y la reparan si es necesario. El protocolo en caso de detectarse un daño irreparable es refugiarse en la Estación Espacial Internacional (ISS), destino habitual de estas naves y que es una plataforma preparada para acoger a los astronautas refugiados durante unos 90 días, tiempo más que suficiente para organizar el regreso con ayuda de naves 'Soyuz' o con otro transbordador. Pero en esta ocasión, si el 'Atlantis' sufre un daño irremediable durante el despegue o por el impacto de un fragmento de basura espacial, más abundante de lo deseable en la órbita por la que se va a desplazar, no hay un 'puerto' en el que abrigarse. La nave no puede alcanzar la ISS y sólo tiene víveres y oxígeno para mantener a los astronautas un máximo de 25 días.

En el peor de los casos, la NASA ha preparado la misión STS-400, una operación de rescate sin precedentes y que parece sacada de una película de ciencia ficción. El transbordador 'Endeavour' está preparado en la plataforma de lanzamiento 39B del Centro Espacial Kennedy para actuar como vehículo de salvamento. Si es necesario, la nave despegará con cuatro astronautas a bordo y tardará unas 23 horas en alcanzar el 'Atlantis'. Entonces ambas naves se situarán encarando sus bodegas abiertas, es decir, boca abajo una respecto a la otra, y unidas por el brazo robot del 'Atlantis'. Después los astronautas del 'Endeavour' tenderán un cable entre ambos vehículos que servirá de guía para el paso de los siete tripulantes del 'Atlantis' hasta su nave de rescate. La primera en abandonar el vehículo dañado sería Megan McArthur y el último su comandante, Scott Altman, que programaría el transbordador para que se autodestruyese ardiendo en la atmósfera.

Pero ayer los siete astronautas del 'Atlantis' vivieron un día de lanzamiento normal y no se mostraron preocupados por los riesgos que iban a afrontar. Por la mañana, Mike Massimino, uno de los encargados de reparar el 'Hubble', describió en Twitter su rutina: «Último chequeo médico, me voy a desayunar». Antes de despedirse, escribía «siguiente parada, ¡órbita terrestre!». El 'Atlantis' despegó puntual a las ocho de la tarde y alcanzó el espacio en apenas 10 minutos.