En la imagen, el presidente del PP, Mariano Rajoy./ Reuters
análisis debate

¿Un nuevo Rajoy?

Tras descubrir que con la estrategia de la crispación no podía ni ganar las elecciones ni gobernar, el líder del PP ha emprendido el camino de la moderación

Profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid Actualizado: Guardar
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Las pasadas elecciones generales Mariano Rajoy descubrió que con la estrategia de la crispación no podía ni ganar las elecciones ni gobernar. Por ello, en el último año ha emprendido el camino de la moderación. ¿Qué implica esto? Por un lado, ha prescindido de los dirigentes políticos y los apoyos mediáticos más estridentes. Por otro, ya no sufre el rechazo de todo el arco parlamentario. En definitiva, Mariano Rajoy y su equipo han decidido presentarse como alternativa de gobierno.

Es cierto que las circunstancias políticas y económicas han favorecido este cambio de estrategia. En primer lugar, la situación económica le ha ayudado a colocar en la agenda uno de sus temas favoritos: los ciudadanos otorgan al PP una alta capacidad y competencia en la gestión de la economía. En segunda lugar, el éxito electoral del PSOE en Cataluña y País Vasco ha condenado a los socialistas a la soledad parlamentaria. Los nacionalistas vascos y catalanes e Izquierda Unida han descubierto que el Partido Socialista de Rodríguez Zapatero es un serio rival electoral que les araña votos.

La intervención de Mariano Rajoy en el Debate sobre el Estado de la Nación ha sido un reflejo de este cambio de estrategia. El líder popular ha tratado de restar credibilidad a Rodríguez Zapatero como gestor de la economía, presentándolo como un incompetente. En cambio, no se ha preocupado de su propia credibilidad.

En primer lugar, ¿quién es realmente Mariano Rajoy? ¿El que alentaba la estrategia de la crispación o el líder moderado actual? Los cambios de estrategia suelen verse acompañados de cambios en el liderazgo. Modificar los mensajes sin modificar al mensajero suele reducir la credibilidad.

En segundo lugar, en su intervención no han aparecido propuestas concretas y en su discurso ha mostrado una actitud negativa. Esto genera dos intrigas. Por un lado, uno puede sospechar que, realmente, el Partido Popular no tiene medidas económicas que proponer. Por otro, si las tiene, por qué no las hace públicas. ¿Por qué no concreta en qué consiste, por ejemplo, la reforma del mercado laboral?

En definitiva, para que un partido pueda ser alternativa de gobierno necesita ganar la credibilidad de los votantes, especialmente de los moderados. La intervención de Rajoy ha sido la de un líder de la oposición que huye de su pasado y que no presenta propuestas concretas. Y ello no ayuda a construir la credibilidad que necesita.