
Corbacho pide al Congreso acercar el fin de la vida laboral a la edad legal de jubilación
El ministro recomienda contención y prudencia antes de hacer reformas Insiste en que el sistema español de pensiones es uno de los mejores
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEs preciso que la edad real de jubilación, situada en 63 años y 10 meses, se acerque a la edad legal, establecida en los 65 años, pero en ningún caso se debe prolongar de manera obligatoria la vida laboral de los españoles. Éste es uno de los retos que debe consensuar, según el ministro de Trabajo Celestino Corbacho, la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, encargada de velar por la viabilidad del sistema público de pensiones, «uno de los mejores del entorno». Además, tendrá que abordar cómo impulsar la natalidad y el apoyo a las familias para contrarrestar el envejecimiento y la ampliación de la población activa con mayor número de ocupados, sobre todo mujeres.
«Me parece razonable la flexibilidad a la hora del retiro profesional», resaltó el titular de Trabajo, pero «no estoy de acuerdo en aumentar la edad de jubilación más allá de los 65 años de manera universal». A su juicio, no se puede tratar igual a una persona que ha trabajado en un andamio que a otra que ha desarrollado su actividad en sectores menos peligrosos. Recordó que el sistema ya permite continuar en el mercado laboral a aquellos trabajadores que alcanzados los 65 años desean una pensión mejor, iniciativa que conlleva mejoras para las empresas que cuentan con estos empleados.
El ministro intervino en la comisión del Pacto de Toledo, donde resaltó la importancia de estrechar más las aportaciones realizadas por los trabajadores mientras mantienen su actividad profesional a las prestaciones recibidas cuando se abandona el mercado laboral, propuesta que supone que el Gobierno es proclive a ampliar el periodo de cálculo para fijar el importe de la prestación. En la actualidad se tienen en cuenta los últimos 15 años de la vida profesional del trabajador. Asimismo consideró imprescindible conseguir «una mayor eficiencia en la administración» de los recursos para mantener y reforzar «la confianza de los españoles en su sistema de pensiones».
Actuación parlamentaria
Matizó Corbacho que la actuación parlamentaria debe estar presidida por «la prudencia» a la hora de hacer propuestas legislativas para que los efectos estén controlados. «Sería deseable el consenso entre los grupos antes de plantear iniciativas en la Cámara que tengan repercusiones económicas en la Seguridad Social», dijo.
El titular de Trabajo insistió en que «nuestro sistema de Seguridad Social es sólido, equilibrado y viable más allá de los efectos coyunturales de la crisis económica». «Por lo tanto, los ciudadanos deben saber que sus pensiones están plenamente garantizadas ahora y en el futuro», pero esto no significa que «no haya que hacer reformas que aseguren la sostenibilidad de la Seguridad Social a largo plazo».
«El Gobierno nunca lo ha ocultado», reiteró al mismo tiempo que señaló que los cambios deben plantearse siempre en el marco del Pacto de Toledo y han de contar con el acuerdo de los sindicatos y de los empresarios a través del diálogo social y, por supuesto, del conjunto de las fuerzas políticas.