Aspirantes testimoniales como gancho

La desesperación del oficialismo por vencer en las elecciones del próximo mes está dando lugar a toda clase de maniobras a la hora de confeccionar las listas de candidatos. Los más cuestionados son las llamadas candidaturas testimoniales, postulantes destacados que luego no ocuparán el escaño, y las candidaturas de famosos sin experiencia.

Kirchner y su esposa sostienen que en estas elecciones los votantes deben decidir si aceptan la continuidad del Gobierno, una suerte de plebiscito que no tiene nada que ver con la convocatoria a la renovación parcial de las cámaras que marca la Constitución.

Y para reforzar su estrategia convocaron a gobernadores provinciales e intendentes a que se postulen como candidatos a la cabeza de la lista. Después de que se lleve a cabo la votación volverán a su puesto en la Administración, supuestamente con mayor aval para seguir dirigiendo el rumbo del país.

Solo el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, aceptó el reto. Va como segundo candidato a diputado de su distrito, después de Kirchner. También lo hicieron 45 jefes comunales. No obstante, los encuestadores sostienen que el experimento podría funcionar como un bumerán porque gobernadores e intendentes con buena imagen están cayendo en las encuestas cuando aparecen como aspirantes en las listas que teje Kirchner, en solitario, para ocupar un asiento en el Congreso.