Un matrimonio de nacionalidad china regenta un comercio en Valladolid. / R. C.
Economia

El comercio exterior español retrocede a niveles de hace cinco años por la recesión

En los dos primeros meses de 2009 se desplomaron incluso las agresivas importaciones de China, que sufrieron un retroceso interanual del 27,1%

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Los datos ya conocidos del comercio exterior español revelan que, en los dos primeros meses del año, los intercambios de mercancías retrocedieron en euros constantes, hasta niveles de hace un lustro. Menor déficit comercial supone un alivio para el menguante Producto Interior Bruto, pero la causa no es tranquilizadora. La recesión es la culpable de que todas las operaciones se hayan reducido, y hasta las muy agresivas importaciones de China hayan sufrido en enero y febrero un drástico recorte, al pasar de 3.581 millones de euros a 2.610 millones.

En total, las exportaciones de enero y febrero suman 23.492 millones, con caída a los niveles de 2005, mientras las importaciones -33.858 millones- repiten cifras de 2004. Todo ello en euros constantes, es decir, sin descontar el aumento que los precios han experimentado en los últimos cinco años.

Algo parecido ocurre en todos los países industrializados. La caída interanual del 25,5% que registraron las ventas al exterior de España en los dos primeros meses no está muy lejana de los retrocesos de Francia (24,5%), Alemania (23,2%), Italia (25,5%) o Estados Unidos (22,6%). Y el descenso de las importaciones del 30,6% en enero y febrero es casi idéntico al registrado por la economía norteamericana (30,6%), aunque netamente inferior al de las importaciones germanas, que se han reducido en ese plazo el 15,1%.

Tras este desplome del comercio en áreas desarrolladas está la contracción del consumo. La demanda nacional de los países se ha venido abajo, la producción se ha contraído, el grifo del crédito se ha cerrado y esta evolución negativa ha alcanzado a los intercambios internacionales.

En España, sectores como la automoción y los bienes de equipo ya han sacado a la luz sus dificultades exportadoras. El frenazo en las importaciones también es un signo de recesión, pues muchos productos adquiridos fuera son bienes intermedios para incorporar a la producción nacional.

El fenómeno chino ha sido menos divulgado. Pese a la proliferación de establecimientos que venden artículos de bajo precio, las compras de mercancías del país asiático se han limitado en enero y febrero a 2.610 millones, un 27% menos interanual. Y la tendencia parece afianzarse. Una de las compañías de transporte más activas en los tráficos con China afirma que las operaciones con ese origen hacia España caen en picado.

'Todo a cien'

Los informes de Aduanas ratifican que las partidas 'made in China' que más sufren el recorte son las del menaje y las industriales. El textil, la confección y sus complementos se mantienen o crecen. Algunos detalles del comercio minorista apuntan a una reconversión: en las cada vez más frecuentadas tiendas de 'todo a cien' se abre camino la producción nacional de artículos de bajo precio -plásticos, droguería-, y ganan terreno la ropa y calzado de China.

Por otra parte, muchos ciudadanos de origen chino han adquirido pequeños negocios de restauración, a la vez que compiten con otros extranjeros en la venta de productos alimenticios en tiendas de horario prolongado.

Ese ajuste no ayuda a equilibrar la balanza hispano-china. Las exportaciones españolas al gigante asiático bajaron en enero y febrero un 36% interanual, hasta quedar reducidas a 226 millones, frente a 358 millones el año pasado.

La crisis también ha dado al traste con el empeño de las misiones comerciales españolas, que habían logrado algún pequeño éxito. Las exportaciones a China pasaron de 1.527 millones en 2005 a 2.168 en 2008. Nada comparable con la escalada de las ventas de China a España, que en ese periodo casi se duplicaron, al pasar de 11.709 a 20.071 millones de euros.

El descenso de las importaciones españolas no es un fenómeno aislado. La Feria de Cantón, principal evento comercial chino, acaba de concluir con malos auspicios. Los acuerdos de ventas al exterior alcanzados por más de 20.000 empresas que concurrieron al certamen totalizaron un valor de 19.402 millones de euros, un 17% inferior al de la cita precedente, celebrada en octubre de 2008. Los contratos suscritos con Europa se han contraído un 28%.