El líder muestra su contundencia
El Xerez Deportivo doblegó ayer sin excesivos problemas al Girona Los dos goles de Momo sentenciaron el choque en la primera parte
| ENVIADO ESPECIAL. GIRONAActualizado:Con la presión añadida de saber que todos los rivales directos habían ganado sus partidos en la 36ª jornada saltó el líder al estadio de Montilivi. Sin embargo, el Xerez salió dispuesto a imponer sus galones sobre el reducido rectángulo de juego gerundense desde el pitido inicial, a pesar del voluntarioso esfuerzo del cuadro local, para acercarse cada vez más a la Primera División. Los azulinos suman ya seis victorias consecutivas y mantienen una semana más la portería de Chema a cero.
Esteban Vigo no dio lugar a las sorpresas y presentó el mismo equipo que venció en Elche la jornada anterior, con la única novedad de la entrada de Vicente Moreno por el lesionado Luque para medirse a un Girona revolucionado por las últimas tres derrotas consecutivas. El valenciano ofreció la seguridad habitual en la medular, formando el ya clásico trivote con Bergantiños y Abel Gómez, aunque con el paso de los minutos comenzó a notar la falta de ritmo y el técnico azulino decidió dosificarlo para dar entrada al Mago Viqueira.
Este Xerez no permite concesiones. El ímpetu rojiblanco quedó desmontado en sólo dos minutos por la calidad de Carlos Calvo. El interior diestro madrileño fabricó una jugada de cine. Se adentró en el área, tras marear a Marc Bernaus con dos regates consecutivos en eslalon buscándole la espalda, y puso un centro de libro que Momo cabeceó a la escuadra ante la impotencia de Iván Gómez. El líder dejaba claro sobre el césped que no estaba dispuesto a compartir su privilegiada posición con nadie. Con el marcador a favor comenzó a desarrollar su fútbol haciendo circular el balón con tranquilidad en la medular para sosegar el ímpetu local. Durante el primer cuarto de hora la fórmula funcionó a la perfección, ya que la escuadra de Raúl Agné no encontraba la forma de robarle la posesión.
Sólo un despiste de Aythami permitió el primer acercamiento del Girona, que acabó con un disparo de Chechu desviado sin apuros por Chema. Precisamente, la relajación azulina por la aplastante superioridad demostrada en los primeros minutos dio paso a un periodo de incertidumbre, solventado por el equipo de Estaban a la media hora de partido. Fue sólo un espejismo porque el guardameta alicantino apenas tuvo que intervenir para atajar un par de centros al área.
Por contra, el Xerez asestaba zarpazos a la contra, bien guiado por Carlos Calvo y Momo, que se permutaban la posición para buscar huecos en la zaga local. Así llegaron dos buenas oportunidades para Mario Bermejo, pero los disparos del delantero cántabro no encontraron la portería, aunque el primero se marchó pegado a la escuadra. Cuando se acercaba el descanso con la impresión de que el conjunto de Esteban podía haber dejado sentenciado el partido, llegó una nueva incursión en el área del interior madrileño, que acabó en el suelo por la entrada de José. Caballero Herreros tardó un poco en pitar la pena máxima, pero finalmente señaló el punto fatídico ante las protestas de los jugadores locales. Momo cogió el balón con seguridad y lo puso pegado al palo de Iván Gómez, haciendo inútil su estirada, para dejar finiquitado el duelo en sólo cuarenta y cinco minutos.
Después de comprobar el vendaval de juego visitante, el técnico local Raúl Agné buscó un golpe de efecto ante los primeros pitos de la temporada que recibía el equipo rojiblanco de su afición. La inclusión de Cañas y Arnau permitió que los gerundenses se aferraran a la ilusión de apelar a la épica para intentar una reacción. La presión local puso en ligeros aprietos al cuadro de Esteban Vigo, que durante algunos minutos permitió los acercamientos de los rojiblancos, catapultados por la verticalidad de Arnau y la calidad de Cañas. Precisamente, un lanzamiento de falta suyo llevó el 'uy' a la grada, después de golpear en la barrera a los cinco minutos de la reanudación. Sin embargo, la mejor oportunidad de los locales para acortar distancias se produjo por un mal entendimiento entre Martí Crespí y Chema, que no aprovechó Arnau cuando tenía la portería vacía.
Dosificando fuerzas
Por su parte, el entrenador azulino Esteban Vigo aprovechó la cómoda ventaja en el marcador para dosificar las fuerzas de sus principales baluartes. Primero dio entrada a Asier por el inspirado Carlos Calvo, que había sufrido algunas entradas duras de la defensa gerundense. Luego mandó a la ducha al ex capitán Vicente Moreno por Viqueira y finalmente recompensó el tremendo esfuerzo de Mario Bermejo para dar minutos a Antoñito.
En todo caso, la segunda mitad se desarrolló con el constante intento del Girona por acortar distancias, pero la inocencia mostrada por sus delanteros dejó patente que este equipo está llamado a sufrir bastante para poder salvar la categoría.
Mucho menos debe sufrir el Xerez, después de lo visto ayer en Montilivi, para tocar con las dos manos la Primera División. El sueño está cada vez más cerca, pero la apisonadora azulina no baja el pistón y ya suma seis victorias consecutivas cuando sólo quedan 18 puntos en juego hasta que finalice la competición. No es matemático, pero pronto lo será.